REVIEW TVD: 3x06 - Smells like teen spirit

Y empezamos el último año de instituto. Aun sin saber cómo pudieron aprobar el curso pasado (vale que en Historia tengan enchufe, pero el resto de asignaturas…ejem ejem), tenemos a nuestros estudiantes dispuestos a afrontar el final de su etapa adolescente. Y qué mejor manera de prepararse para ello que levantarse a las 5.15 de la mañana a practicar defensa personal. Todo eso de un buen desayuno para mantenerse fuerte es puro mito. Y como voluntaria para demostrarnos que esto es cierto, Elena Gilbert se nos ha ofrecido muy gustosamente, de paso que aprende a saber contraatacar al artista anteriormente conocido como su novio, Stefan-cómo-me-molo-a-mí-mismo.

Mientras ella y sus amigas están en el instituto, en la mansión Salvatore nos topamos con una nueva versión del Twister, la rebozada con líquido rojo que está a punto de patentar Stefan. La escena hace de guiño a la del 1x15 con Damon borracho para descargar su frustración tras el fiasco de Katherine y la tumba, sólo que en esta ocasión Stefan no lo hace para desfogarse de nada, simplemente el hipnotismo de Klaus le ha dejado así de idiota, qué le vamos a hacer. 

Suena el timbre y recién venida de la Milla de Oro de Mystic Falls, aparece Rebekah, que ya de paso ha ido a la pelu a darse un planchazo a la melena. Pregunta a Stefan que dónde está su habitación, y tanto él como Damon dicen que no se va a quedar ahí, pero como toda Barbie que se precie, pasa del tema y se busca una porque ella lo vale. Un consejo que les daría a estos, es que de las 4 habitaciones que tienen disponibles, ya que las otras dos son las suyas, una la dejen exclusivamente para las ex-novias de Stefan, que a todas les da por lo mismo según parece.

En otro capítulo de “De no comerme un rosco ahora tengo a 3 tías a mi disposición”, Bonnie está incómoda con tener que lidiar con los entes de Vicki y Anna, por mucho que Jeremy le diga que él se ha topado con ello de repente. La chica entiende que al no haber roto con ninguna, esos resquemores están ahí y si sigue viéndolas es porque de alguna forma él tiene el poder para decidir no hacerlo pero que no lo hace por algo.

Matt tiene otro momento raro fraternal, donde su hermana le dice que puede ayudarla a volver, sólo que de repente aparece Tyler y ya se chascó el tema. Su amigo le pregunta que si estaba hablando solo pero él elude el tema preguntando que por qué está tan de buen humor. Como veremos más tarde, la implicación de Klaus tampoco ha sido para lucirse.

En el cementerio del 5º culo, Katherine trata de que Michael se levante dándole todo tipo de alimento, pero no funciona nada. Y así lleva dos días. Esto sí que es huelga de hambre y lo demás son tonterías. Damon, que la llama por teléfono, le dice que se dé brillo porque necesitan al tío este para que reparta cera a Klaus antes de que Stefan acabe con todo el mobiliario de la casa.

Elena va a su taquilla para dejar los libros mientras habla con Damon, quien la pone al corriente de la nueva okupa by the face que tienen y de paso que no se dé ningún voltio por allí no vaya a ser que no lo cuente. Ante las ganas de saber que anda liando Stefan, Damon le dice a Elena que sigue escribiendo en su diario y moldeándose el pelo, de esta forma impide que descubra cosas que le hagan daño.

Tras este episodio, puedo decir que si fuera por otras cosas, me parecería estar viendo la primera temporada, esa donde Caroline era superficial y sólo le importaban las juergas y los tíos. Ahora está promoviendo la hoguera, lo primerito en las fiestas del pueblo si recordamos. Y en cuanto a los tíos… más de lo mismo aunque sólo sea con uno. Es cierto que jamás me ha gustado el tyroline, pero tengo que reconocer que en la temporada pasada al menos se lo curraron un pelín, mejorando ambos personajes por separado y luego juntándolos, pero en esta parece que sólo vale con juntarlos y el resto del mundo que espere, que con el six pack de Trevino vamos sobraos. Pues lo siento, pero a mí ni siquiera me llena lo más mínimo. Aún estoy esperando un atisbo de preocupación o ayuda a Stefan por parte de ella, porque si no fuera por él, sabemos donde estaría la rubita desde hace mucho tiempo, chupando gladiolo nada más y nada menos. Pero en fin… tras las grandes licencias del capi pasado sobre la compulsión o las blackberry’s, me espero lo que sea.

Siguiendo a lo que iba, Caroline insiste a Elena para que vaya, que tampoco es que se estuviera negando, simplemente no se acordaba. El caso es que de la nada aparece Tyler plantando un beso a su novia y tanto ella como Elena se dan cuenta de que tiene una mancha de sangre en la camiseta. Le meten corriendo en el baño y el chico admite que se ha traído una bolsa para que le haga de batido, cortesía de la bipolar. Caroline pregunta que qué narices se le ha perdido a él con esa, y Tyler contesta que Klaus le pidió que le vigilase al ser su primera creación con éxito. En vista de la discusión que se avecina, Elena se da el piro y justamente como en el Piloto, se topa con Stefan al salir. Quiere zafarse de él, pero la cosa no está fácil, por el mandato de Klaus. Alaric aparece y como ahora no hay quien le tosa al chungo del Salvatore, le advierte que no se interponga en su camino. Ya en clase de Historia, están todos como el año pasado, con la diferencia de una nueva adquisición, Barbie milenaria, haciendo el mismo papel de Stefan con Elena pero con Tyler y sin compelling. 

En la zona porrera, Matt y Vicki hablan de la posibilidad de hacer que ella aparezca cuando quiera, no cuando su hermano o Jeremy, que son los únicos que la pueden ver de momento, piensen en ellas. Todo gracias a la ayuda que ella recibe desde el otro lado (no sé quién puede estar tan loco como para echarle una mano la tía esta, aunque ahora al menos no está fumada). Son interrumpidos por Jeremy, quien dice estar buscando a un compañero. Raro es que tal y como actúa, parece no haber visto a Vicki, y enseguida vemos que finge porque se va a contarle a Anna la pillada que ha hecho a Matt. A su vez, afuera Vicki sigue contando de un ritual que hay, y Anna confirma que eso es posible si la bruja que le ayuda es lo bastante fuerte. Pero insiste en que esta tía da un mal rollito que te cagas por las bragas, aunque Jeremy dice que es buena persona (animalico, que contigo se portara bien a ratos no significa que lo sea). Advierte de que sería otro desequilibrio y que no saben el precio que habría que pagar por ello. De todas formas, Matt accede a lo que Vicki le propone así que veremos que se va a liar parda.

Campo de fútbol, el equipo entrena y a un lado Caroline ensaya con las animadoras. Por si la cosa no empezara a complicarse haciendo de niñera de Tyler, Rebekah ocupará el puesto vacante de la difunta Dana de paso que le roba en sus narices la vida a Caroline, híbrido incluido, así se lo dice porque la mola todo el rollito este de superstar. Más triángulos, por si no tuviéramos bastantes, y aún no he terminado el capítulo, a ver qué me encuentro.

En la pista de atletismo, Elena está haciendo footing y Stefan acecha cual ave de rapiña a ser su grano en el culo particular. Le pregunta que con quién irá a la hoguera de esa noche, pero ella pasa de su body, con la mala suerte para un chaval que sin querer se choca con ella y para qué queremos más. Stefan le tira al suelo de un empujón y ante el reclamo de Elena acaba diciendo que él sólo es alguien a quien le han asignado proteger una bolsa de sangre humana. Tal cual, a pelo descubierto. Eso sí, acompaña un “Sin ofender” para que no parezca que acaba de comportarse como un verdadero capullo integral.

 

Katherine vuelve a intentar alimentar a Michael, a quien tras unas gotas de sangre en los labios empiezan a desaparecerle las grietas de la cara. La pide que le aleje el cuerpo. La Petrova le recuerda de la época de los años 20, cuando le buscó en Chicago y está un poco escéptica en creer que un tío como él pueda matar a Klaus, y a una mosca a este paso. Seguro que al final del capi no piensa lo mismo.

Seguimos con “Ponte en forma con la Gilbert”. Sesión de pesas. Tumbada en uno de estos aparatos está ejercitando sus bíceps cuando llega Damon, al que ha llamado para pedirle que encierre a Stefan hasta que se carguen a Klaus. No es que el chico no quiera, es que el problema que hay no se soluciona con un poquito de zulo a palo seco. Aun quitando la obligación que pesa sobre él, sigue siendo adicto a la sangre y tras su gira estival… lo que necesita es una terapia de choque bien gorda durante mucho tiempo. Pero Elena no puede más, y eso que no lleva ni un día entero aguantándole (imagina yo con más de 2 temporadas, no sé si cortarme las venas o dejármelas largas), el caso es que de buenas a primeras Damon coge su mano y la pone en el pecho de él, justo encima del esternón. Ella no entiende qué pretende porque aunque no haya terminado el instituto, esa lección la dio hace muchos años y sabe donde está perfectamente puesto que todos lo tenemos en el mismo lado. Mediante un requiebro, la da la vuelta de manera que no pueda zafarse fácilmente y le indica cómo puede llegar al corazón de un vampiro para matarle (entiendo que por detrás, por delante no tiene mucha ciencia que digamos). La cuestión es que aquí presenciamos una señora hiperventilación como una casa y eso que Damon solamente la toca la espalda unos segundos, pero es suficiente para que entre en combustión en cero coma. El día que le haga algo más, esta se muere, del gusto, eso sí. Al volver a girarse para estar cara a cara, él dice que no permitirá que nadie le haga daño, especialmente su hermano, cosa que sinceramente para mí que ni se enteró del empane que tenía encima.

Durante la hoguera idean un plan para atrapar a Stefan. Elena se encargará de distraerle y en el momento oportuno, Alaric le chutará con la pistola de verbena. Caroline se ha asegurado de que la celda de tortura de su familia esté preparada y Damon recuerda que se olvidan de algo importante, la bipolar que se ha propuesto meterse en todos los ajos. Elena le dice que se encargue de entretenerla, camelándosela. Alaric hace otra gracia para chinchar a Damon diciendo que tendrían más suerte con una daga y eso que no tienen, así que por el momento, la reconciliación entre estos dos se hará de rogar un poco. Tyler tiene que traer verbena del suministro de su madre para poder tener a Stefan fuera de juego pero él se niega porque eso va en contra de los intereses de Klaus. Todos alucinando un muchito y final Damon se percata que al haber sido engendrado debido a la sangre de Klaus, es como si le debiera lealtad y buscase su aceptación. O sea, eso de ser híbrido no era tan guay como él pensaba.

Entre las multitudes, Rebekah se topa con Stefan y este hace un comentario chulesco ante el interés de ella en Tyler. Llega Elena y se coge un vaso enterito de vete a saber qué pontigue peleón. Stefan le dice que tenga cuidado, que no pesa mucho y tanto empinar el codo no puede ser bueno. Su réplica: “¿Crees que voy a permitir que un adicto a la sangre me diga cómo beber?”. Pisando fuerte que viene la niña, señoras y señores, hasta a la original le hace gracia.

En su casa, Matt prepara el ritual que hará que Vicki pueda campar por donde quiera. La acepta mientras deja caer gotas de sangre de su mano en una foto de ellos dos de pequeños y parece que la cosa va en marcha. Las velas empiezan a tener llamas más grandes y tras unos segundos vuelven a la altura normal. La puerta se cierra de repente y para sorpresa de ambos, se pueden sentir al tocarse.

Al final Jeremy le ha contado a Bonnie todo el percal del other side y menudo mosqueo tiene la bruja… porque ha consultado antes a Anna que a ella. La otra que esta ahí en medio le dice a él que tranquilice a Bonnie, que sólo quiere ayudar, Jeremy jarto que se tira de los pelos por estar a dos bandas, se le va la situación de las manos y su novia se larga a ayudar a Matt. Tras esto, les queda menos que a un caramelo en la puerta de un colegio.

 

Vicki sigue emocionada tras comprobar que puede sentirlo todo y su hermano le pregunta que si eso no se lo dijo la bruja que la ayudó, y ella le habla de que el trato que hizo era para le ayudara en lo que necesitase a cambio de que por estar en el lado normal de los vivos, se encargara de restaurar el equilibrio. Empezamos con las movidas chuecas. Vicki alega que los híbridos no pueden sobrevivir y como Elena es la clave para crearlos, pues al tacho. ¿Alguna vez existirá alguien que no se la quiera cargar? Lo dudo, sino empezaría a decaer el mito de la doble.

En la hoguera, Elena está disfrutando hasta que su mirada se encuentra con Stefan y se le avinagra la cara como si hubiera comido un limón revenido. Mientras, en otra fogatilla, Damon se acerca a Rebekah para que a su vez Elena pueda llevarse a su sombra según el plan acordado. Ahí está otra vez Damon jugándose el pellejo con esta loca de los ventos, pero da la impresión que está tranquila, pero como era de esperar, la bipolar acaba oliéndose el pastel y dejando a Damon como un pincho moruno. Tanta caballerosidad así de repente… imposible.. A cierta distancia, Elena los está viendo y retorna una vieja conocida, la urticaria. Por el estado en el que se encuentra, hay que ir preparando el Urbasón y algún que otro refuerzo más por lo que pueda pasar. Y por si alguna persona no se ha percatado de qué es esto, nuestra marioneta Stefan nos lo aclara: está celosa. Lógicamente Elena lo niega por activa y por pasiva, pero él insiste y que seguramente eso le encantará a su hermano. Otro apunte: es obvio que en el estado en el que está, a Stefan le da lo mismo verla celosa que hiperventilando que haciendo el pino-puente con Damon, pero cuando le saquen del hipnotismo de Klaus, todo esto no lo va a olvidar, lo tendrá ahí presente comiéndole la camocha y si ya tiene una tarea ardua con sólo recuperarse de su adicción… que se agarre los pantacas bien, porque le espera un viaje movidito, y eso que no estoy contando con el tema de Katherine, eso es harina de otro costal y como me ponga me quedo sola hablando. Bueno, ahí lo dejo como siempre para meditar.

   

Bonnie va hablando con Matt, quien le está diciendo que la cagó pero bien, y ya tenemos a Vicki en el escenario del crimen dispuesta a ejecutar su cometido, no sin antes echarse unas caladitas de un porro usado. Estos muertos… como ya no pueden contagiarse de nada, a ser guarros. Y se la ocurre cómo hacerlo, provocando un incendio con dicho peta.

Tyler y Caroline discuten sobre la actitud de él, que se está volviendo como al principio siendo un peorro y que ella nunca se habría hecho amiga de ese tío. Con el debido respeto, la chica se debe de pensar que era un primor de persona para decir eso, y recuerdo pensar que a mí me pegaban de los tonticos que eran los dos, pero en fin, Tyler pide perdón y dice que se va a portar bien y todo eso.

En las gradas, una Elena borracha hace el canelo y acaba por hacer que medio se tira desde arriba del todo mientras Stefan le dice que tenga cuidado pero tanto va el cántaro a la fuente que al final… pues eso, se cae y con su supervelocidad él llega y la coge justo antes de empotrarse contra el suelo. Durante unos segundos se miran y ella le dice “Sabía que me cogerías”, dando muestras de que se sigue cociendo algo ahí, a pesar de que él se merezca una guaya con la mano abierta. Pero no es ahora de sentimentalismos, y cae batido por las dos balas de verbena que atiza Alaric. Le llevan corriendo al coche, donde casualmente Vicki le está dando los últimos tiros al porro y mira con ojos tiernos la mancha de gasolina que hay en el suelo.

En una de las aulas, Matt le suelta toda la cantinela a la bruja y ésta pregunta que necesita saber qué hizo para poder hacer un spell a la inversa y chapar el chiriguito a Vicki, que ya ha prendido el fuego y Elena está encerrada en el coche con un Stefan más roque… y ni siquiera Alaric puede romper el cristal con un palo, debe tenerlos blindados, como los políticos. Finalmente, Stefan empieza a despertar y de una patada tira la puerta trasera, pudiendo salir Elena y junto con Alaric le sacan antes de que el choque pegue el petardazo padre. En la clase, Bonnie consigue revertir la magia y teletransporta a Vicki desde el coche. Matt la dice que no puede permitir que haga daño a nadie y se despide de ella.

En casa Damon, éste cura un raspón a Elena en la cara. Ella le tira la puya de que interpretó muy bien su parte con la original, puesto que estaba babeando totalmente. Él sonríe y dice que eso fue antes de hacerle una brocheta, aunque le sorprende que se diera cuenta estando con tal cogorza como estaba. Elena reconoce que ha fingido la mayor parte, porque está claro que para tirarse a lo kamikaze algo bolinga tenía que ir, y Damon admite que él también estaba fingiendo. Ella se vuelve a quedar mirándole y justo llega Alaric a interrumpir el momento. La chica se va, no sin antes mirarle por última vez.

Tras haber arreglado sus diferencias con lo único que se han pasado haciendo toda la temporada, Tyler y Carol se despiden y tras una rubia… llega otra. Rebekah sigue con su operación “Zorraroline” y qué mejor que ir camelando al novio con cosas que por su nueva naturaleza, le suponen una tentación. Le trae a una chica para que se la jale, y eso acaba haciendo. Como no la manden para el ataúd pronto, la próxima se planta en camisón de seda y a la mierda otra pareja.

   

 

Con algo más de color pálido, Michael pide perdón a Katherine por su ataque de mala leche anterior, puesto que se ha prohibido a sí mismo probar la sangre humana, y ni siquiera se alimenta de seres vivos. Extrañada, pregunta que entonces de qué se alimenta y enseguida obtiene la respuesta, sólo que la experimenta en carne propia puesto que le mete tal bocao que como poco la deja 2 o 3 semanas de baja.

Yéndose están Elena y Alaric, de paso que ella aprovecha para intentar que haga con Damon las paces pero el profe ahora no está por la labor todavía. Se encuentran a Stefan, quien les recuerda que a pesar de que le odien, le necesitan para poder proteger a Elena. Incluso va más allá, al preguntarle a ella por qué no le dejó morir en el coche. La chica le responde que espera que en algún momento vuelva a recuperarse, que no se va a rendir. Él sigue con su personalidad inaguantable y se burla diciendo que es patética por pensar así, pero Elena le dice que no, que es más fuerte, asestándole un señor puñetazo con las estacas del principio con las que Alaric le enseñaba. Ale, pa que vuelvas, chaval, y no la tientes que ya saber dónde esta el corazón gracias a las clases de tu brother.

Jeremy llama a Bonnie pero esta tiene pocas ganas de hablar con él y no para de ignorarle. Anna está allí y sigue pidiendo una explicación de por qué está ahí, que sigue pensando en ella por mucho que esté con la bruja. El emo no sabe que hacer pero parece que lo que Matt logró con su hermana se está pasando al resto de fantasmas, puesto que Anna siente su mano.

Por último, Damon enrollando la alfombra persona que dejaron inservible dos víctimas de Stefan, comienza a tener visitas raras. Cree que es su hermano, pero ni de lejos ha acertado. Sale despedido de repente hacia la puerta de la sala y el plano que nos hacen de su agresor… el tito Mason. Cágate, lorito, que viene Paco con las rebajas. Y viene con ganas de pasárselo bien.