miércoles, 21 de marzo de 2012

REVIEW TVD: 3x16 - 1912

Este capi comienza con un flashback del mismo año que se menciona en el título, donde salen de la comisaría el Sheriff Forbes (el Geraldo) y un Salvatore (el Zacarías). Había acontecido hace poco el asesinato de un miembro del consejo y el ambiente andaba un poco tenso por la situación y tieso por la cacha de rasca que hacía. Se despiden y cada uno tira para un lado, aunque solamente se nos muestra el camino del Salvatore. Comienza a mosquearse por ruidos y vemos a alguien pasar de refilón, ya está, vampires are back. Se detiene para buscar a esa persona y al girarse, ¡zas! cuchillazo que te crío en toda la tripa y ahí te las apañes. Un método un tanto extraño para ser chupasangres, la verdad.

En tiempos actuales, la matriarca Lockwood está más aburrida que una ostra en su mansión al no tener que compartirla con la napia de su hijo e inquiere de Liz información sobre los asesinatos de miembros del Consejo y el intento con Alaric. No obstante, la Sheriff necesita estar segura antes de ponerse a acusar a alguien que podría ser inocente, lo normal, “todo el mundo es inocente hasta que se demuestra lo contrario”, salvo que en este pueblo suele ser al revés. Y para desconcierto general tiene encerrado a Alaric en una celda, que se despierta después de recibir un tiro en el pecho, que debió ser medio mortal puesto que sabremos luego que le curaron con sangre de vampiro porque sino estiraba la pata. La doctorcita es una matasanos en toda regla.

Damon intercede por él alegando que lo que ha dicho Mederith es mentira, quien por lo visto dijo que le disparó por verle con un cuchillo. Ric asegura que lo encontró entre las cosas de ella, no que a él le mole el ir plan Jason de Viernes 13 con machetes o similares (sí bueno, ya veremos). Entonces, Damon recuerda que él mismo ha sido víctima de los ataques igual que el examinador y el gay, debería contar algo en su defensa. Pero tampoco esto es concluyente, porque según la opinión profesional de la Dra. Fell, las heridas pudieron haber sido autoinflingidas, lo que provoca el acabáramos para Ric. La cuestión es que todo apunta a que es alguien del propio consejo y luego está el arsenal que tiene el profesor en diferentes sitios (que no sé que esperaba al enterarse del tinglado, que Alaric fuera desprotegido por la vida o algo), con lo que mientras no tenga pruebas de que Mederith le está haciendo la 1314, se queda entre barrotes. Damon quiere ayudarle pero Liz se lo impide para no liar más la madeja y encima le amenaza con meterle en chirona también. Vamos a ver, puedo comprender que la mujer esté un poco sobrepasada pero ponerse en ese plan me parece una estupidez… que Damon con el dedo meñique dobla las rejas como si fuesen chicle.

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Matt y Elena están haciendo una maratón pero con velocidad de sprint. El chico echando el bofe (¿este no era el quaterback? Porque tiene más poco aguante…) le dice que no puede huir de sus problemas. Vaya, con lo que le gusta a ella eso pa no tener que afrontar la verdad, al igual que lo de pegar patadas al saco de boxeo. Matt habló con Bonnie y sabe lo de Abby, la cual ha decidido completar la transformación. Se han mudado a su casa allá por el quinto culo junto con Caroline para que le ayude a controlarse. A ver si descubrimos de una vez cuál fue el método milagroso por el que ella consiguió hacerlo, puesto que únicamente vimos una sesión con Stefan sobre el careto de rancio y amargado que tiene. Elena pregunta que si hay algo que pueda hacer, al fin y al cabo si Damon la transformó fue por salvarla, entonces es responsable de ello y demás entonaciones de mea culpa, que para Matt se traduce en que le tocará correr más. Por suerte para él, avisan a Elena de que Alaric está en comisaría y la Gilbert se dirige allí, encontrándose con Damon y nada más verle nos da otra de sus getos estreñidos de “no puedo con la vida” que sinceramente me están empezando a cansar de verdad. ¿Acaso es raro que esté? Plec, déjate de chorradas que esto hace más que acrecentar la pérdida del sentido común de los personajes y con Stefan y el jula tenemos bastante. Ais, el julandrito no aparece en el capi, qué descanso pero su dosis de cobramiento se la tiene que llevar igualmente.

Damon le dice que Ric está bien y que la Sheriff le quiere fuera del asunto, lo que Elena interpreta como que le hará creer que lo está, pero en realidad no se quedará de brazos cruzados. Pues no, realmente se mantendrá al margen y he aquí de nuevo el Petrova style: “Tu amigo está en la cárcel por asesinato. Tienes que hacer algo.” Es decir, ahora le apetece que mueva el culo a la señorita y no cuando se trataba de evitar que Esther pudiera cargársela... me nerva. Damon, que pasa de peloteos baratos, dice que siempre puede ir a por la acusadora, arrancarle la garganta o la lengua para mordisquearla en pequeños trozos y dárselos de comer a las ardillas, terminándolo con el gesto que hacen ellas con la boca. Muy chunguito pero muy gracioso, como la vez esa que trollea a Stefan con que ha visto a Elena en las prácticas de animadora y le habla de lo apetecible que estaba. De paso, Damon le comenta lo de que anoche le salvó la vida y que de nada, sí, sabemos lo caras que están las gracias, ¿verdad Elena? Sin embargo, los revenimientos deben ser gratis por la puntada de que debería mostrar compasión por Bonnie. Primero de todo, compasión no es una cualidad para desplegar con la bruja, a lo único que llego es a estar de acuerdo en que le pegara la patada al emo cuando le descubrió el rollo fantasmal con Anna. Y digo yo, ¿se le olvidaron a Elena aquellas palabras de “Déjame aclararte algo. Si se vuelve a tratar de elegir entre tú y la bruja, gustosamente permitiré que Bonnie muera. Siempre te elegiré a ti.”? Supongo que estaba bastante ocupada por el aflojamiento de pantacas que le dio y las pocas fuerzas que le quedaban debía emplearlas en controlarse, que estando Stefan por allí con la antena puesta, hubiese sido un marronazo. Vamos, que si a Damon la propia Bonnie le importa una mierda, imagina la mamachicho abandonadora. Haciendo uso de su ironía, le contesta que si por lo mal que lo están pasando debería mandarlas lasaña (yo recomendaría un repollo con brócoli, la lasaña no merece ser mancillada de esa manera), lo que provoca otro rapapolvo: “Vale, ahora simplemente estás siendo mezquino”. Cuidado, que ha dicho la barbaridad más grande que te puedes imaginar… anda, si te pica te arrascas, guapa, pero a los demás, nos dejas vivir en paz. Precisamente, es lo que quiere Damon y recalca que todo vuelve a su sitio porque es mezquino y le odia, a lo que Elena replica que si continúa apartando a la gente, se quedará solo. Y tú te quedarás con un guantazo en la cara como sigas tocándome las narices, bonita, que tras el jarro de agua fría que se llevó, aún esperas que continúe besando por donde pisas. Está visto que el bailar el agua de Stefan no le ha sentado nada bien, y además se pira sin haber visto a Alaric.

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En un descanso de redactar sus soporíferos pensamientos, comprobamos que Stefan parece Parkinson aparte Alzheimer debido al constante soniquete de su anillo contra la mesa. Damon le gasta una pequeña broma para romper el hielo y de paso busca pistas para encontrar al asesino en serie basándose en lo que ocurrió en el funeral del Zacarías, puesto que no fue el único miembro del Consejo al que mataron. Encuentra el diario de aquel año y tenemos voz en off del ceño recordando aquellos tiempos. Dos mujeres se acercan a él para darle las condolencias: Mariana Lockwood y Samantha Gilbert, nieta del tío de los diarios. Stefan aprovecha para sacar información sobre la muerte y la Gilbert le dice que fue asesinado y no es el primer fundador al que se cargan, así que es mejor que tenga cuidado. Tranquila mujer, él es más de jalarse fundadores en lugar de ser la víctima.

Un cuervo se posa en una de las tumbas, y efectivamente, Damon aparece preguntando a su hermano si se ha vuelto a comer a algún pariente, lo que este traduce en que sigue enfadado con él por convertirle. Pues qué quieres que te diga, no te va a hacer la ola o la conga con el resto de asistentes al velorio. En lugar de agachar las orejas, Stefan arremete alegando que lo mismo ese revenimiento lo pagó con el fiambre este del Zacarías y Damon le recuerda que el que va matando familiares es él, sí, que da la impresión de que eso se le olvida muy a menudo, como tantas otras cosas. No obstante, en esta época, Lexi ya le habría domesticado aunque Damon seguía prefiriendo vivir por su cuenta. Viendo las orejas al lobo y que se volvía a quedar solo, Stefan le invita a tomar algo para ponerse al día mientras le echa esa mirada de buenrollismo repentino.

En la actualidad, es Damon quien le dice de ir a emborracharse y Stefan saca la conclusión de que está aburrido porque como su mejor amigo está en prisión, no tiene otra cosa que hacer. Dos cosas: Stefan no tiene un mejor amigo, ni siquiera tiene amigos, solamente personas que le soportan en mayor o menor grado. Antes lo más cercano a eso era Caroline, pero ella ya no se acuerda de él a no ser que sea para mierdear a Damon. Y la otra es que con esto, Stefan reconoce que su hermano acude a él porque Alaric está temporalmente fuera de servicio. Lo que digo, ni su propio hermano le considera la primera opción para pasar el rato. Damon no le niega que sea por aburrimiento, pero que de paso le ayuda a resolver los asesinatos que están sucediendo.

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En el Grill, Rebekah se encarga de camelarse a la alcaldesa por si puede averiguar acerca del árbol este del roble blanco, ya que su hermano anda por ahí acosando a Caroline porque se le habrá pasado la depresión de la quema de dibujos. La madre de Tyler le dice que se cortaron la mitad de los árboles para construir el pueblo en el siglo XX así que el que busca probablemente sería uno de ellos. Los Salvatore entran y se dirigen a la barra, a la vez que la Rebe mira a Damon con ganas de repetir lo de hace dos días (luego se mosqueará cuando se la juegue pero es que es tan pavita esta mujer… que solamente supera a Stefan en inteligencia, aunque eso tampoco es muy difícil), y la casualidad quiere que se tenga que acercar a los hermanos para investigar puesto que los registros de las talas los guardaba la familia suya.

Damon intenta encontrar la conexión que existe entre el forense, el gay y Alaric como móvil de los ataques, y Stefan está otra vez con el tic. Damon le aconseja que en lugar de irse a los extremos con la sangre, le convendría empezar a moderarse. Eludiendo su opinión al respecto, Stefan dice que los 3 pertenecen al Consejo (wow, qué listo), pero eso no convence a Damon puesto que el examinador médico y Ric ni siquiera pertenecen a familias fundadoras, que lo suyo debería ser ir a por los descendientes de estos, como ya pasó en 1912, que un Salvatore murió. La Rebe preguntó que quién sería ese Salvatore, porque claro, al estar estos dos muertos, no sería posible continuar el linaje.

Desde su celda, Alaric insiste en su inocencia pero la Sheriff afirma que por un lado él fue testigo de la pelea entre Mederith y Brian, y también que ella le contó que Bill amenazó con denunciarla por salvarle con sangre de vampiro, así que el móvil sería el defenderla a ella de dos granos en el culo. Ric alega que lo de Bill no se lo dijo, y entonces Liz rescata esa llamada de madrugada en estado de embriaguez, la cual duró una hora. Obviamente, estando con un pedo tremendo, Alaric no recuerda la conversación, pero vale, podría colar. En el caso del ex-novio, estaría la recaudación de fondos del puente, aunque el asesinato fue cometido entre la 1 y las 3, o sea, más tarde. El profesor dice que estaría en casa, durmiendo aunque por su expresión tiene pinta de no estar seguro al 100%.

Conocemos de dónde provienen los descendientes Salvatore humanos que hemos visto u oído a lo largo de la serie: Zach, uno que no recuerdo el nombre y al que se cargó Damon en los años 50 y este Zacarías de 1912. Durante la guerra civil, Giuseppe dejó preñada a una sirvienta y dio a luz un hijo, siendo este hermanastro de Damon y Stefan. Al ser el único vástago vivo de cara a la sociedad, se pudo poner sin problemas el apellido ya que nadie reclamaría, quizás él también pensaría que los otros dos estaban muertos de verdad y solamente el padre supo que se habían transformado. Telita con el papa, doble moral que tenía, no le congratulaba el trío de sus hijos pero él podía embarazar a quien le diera la gana. Así acabó el muy pringao, devorado por su hijo preferido. En cuanto la original menciona los registros de las talas, Damon sabe que está tramando algo y ella lo desvía al asesino en serie de aquel entonces, que si le encontraron. Al parecer no dieron con él y como se tenía por costumbre echar las culpas a los vampiros de todo, eso hicieron al igual que con los ataques de George Lockwood en 1864. Damon dice que no había casi por esos tiempos así que no cree que fuera ninguno, aunque Stefan le habla de Sage, una mujer que se dedicaba a peleas de boxeo para sacar pasta a los inútiles que se creían capaz de vencerla.

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En otro flashback, Damon y Stefan entran a ver el combate y lo que supuestamente era una juerguilla para pasar el rato y no verse hasta décadas más tarde, termina convirtiéndose en el amago de sermón que Stefan da a Damon para que deje la sangre humana. Está claro que si se lo llega a decir desde el principio, no habría aceptado por eso salió con lo de ponerse al día. Sage derrota a su oponente y surge un cruce de miradas entre ella y Damon que desemboca en que la mujer le rete. Stefan piensa que tuvo que ser Sage quien mató a los fundadores porque se interrogó a todos los hombres del pueblo y no hubo manera de dar con el culpable, dejando a las mujeres libres por no creerlas capaces de ser asesinas en serie.

Siguiendo con mujeres un tanto extrañas, Elena espera a Mederith en el aparcamiento del hospital para que pare de meter mierda en contra de Alaric. Esta le cuenta un par de detalles desconocidos para nosotros y que tampoco yo sabría decir qué relevancia podrían tener: Ric fue arrestado 4 veces antes de los 21 años por peleas y mientras estaba en la universidad, Isobel pidió dos veces orden de alejamiento. Según se vio en la primera temporada, la Sheriff le investigó cuando Damon se lo pidió y no encontró nada, así que ni flower a qué viene esto. Elena no la cree y le acusa de inventárselo todo, aunque la conclusión que la doctora saca es que Alaric podría ser ese sospechoso que andan buscando y que como Elena está acostumbrada a salir con vampiros, no tendría que sorprenderla tanto que la persona que cuida de ella sea un asesino. Veremos a ver.

Rebekah continúa con su particular sacadera de información y se queda con las ganas al nominarla Damon para que les deje a él y a Stefan ponerse ciegos a chupitos, por lo que pasamos a otros que se las apañan también para conseguir respuestas aunque para ello infrinjan la ley con allanamiento de morada. Matt y Elena entran en casa de la doctora para rebuscar en los papeles que tenga y que no haya entregado a la policía las pruebas que acrediten la inocencia de Alaric. No es por nada, pero si tanto entrenamiento se está metiendo Elena, una de las cosas básicas sería aprender a abrir una cerradura desde fuera para cualquier emergencia que pueda haber. Pues no, tiene que ir Matt con la radiografía que le hicieron de la mano rota a forzar la puerta (que milagrosamente en dos días está divina de la muerte). Por pertenecer a familia fundadora, Mederith seguramente tiene un escondrijo con cosas chungas y efectivamente así es. En un agujero falso dentro del guardarropa, hay una caja con los expedientes de los 3 ataques.

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Damon decide aceptar la teoría de Stefan sobre Sage como autora de los asesinatos en 1912, pero ahora él no cree que sea la Dra. Fell, es una mujer normal y corriente que no tiene pinta de apuñalar a 3 hombres que no son unos piltrafillas precisamente. De nuevo, super Rebe al acecho afirmando que con la motivación adecuada una mujer puede cargarse a quien sea, y en menos de lo que canta un gallo, Damon y ella están trolleando a Stefan con lo de ser un santurrón. Leen su diario para cachondearse un rato y lo enlazan con otro flashback en el que Damon se está alimentando de una mujer cuando Sage le pilla. Ella le enseña una nueva filosofía: que no solamente sirven de comida, sino para el placer. Entonces le lleva de nuevo para los combates y señala a dos tipos de mujeres: unas que se las ve lobonas totales y otras que aparentan ser modositas pero luego las matan callando (nunca mejor dicho). Estas últimas son su objetivo, y le señala a Samantha Gilbert para que vaya a por ella. Jugada orquestada por una que yo me sé para que no fuese Stefan el único que se cargó a un Gilbert.

De vuelta al Grill, Rebekah dice que conoce a Sage porque estaba obsesionada con Finn y los ojos salidos de las cuencas se nos quedan. Sí, el inmolador kamikaze con complejo de Edipo. Mira que lo de Katherine con Stefan me resultó desconcertante, pero es que esto ni siquiera lo concibo como fumada guionística. Supongo que al dagarle Klaus hace 900 años, la mujer se ha tenido que ir apañando por la vida y por eso se las sabe todas. A ver si cuando le vea, le quita la idea esa de sacrificarse y ambos se vengan del jula por el tiempo perdido. Está difícil porque Finn tiene pinta de ser más simple que el asa de un cubo, con lo bien que estuvo la entrada triunfal clavándole el cuchillo al primaveras...

Y dale otra vez el ceño con el tic, que me dan ganas de quitarle en anillo y tirarlo por una alcantarilla para que pare el ruidito y cuando amanezca, se fría a la parrilla. Se quiere ir del bar debido al descontrole que le está sobreviniendo y que finalmente dice que se jalaría a todos los camareros ante la insistencia de Damon para que admita de una buena vez sus limitaciones. Sí Stefan, el mundo no se acaba por reconocer que uno no es perfecto y tiene el mono. Una visita a Adictos Anónimos te beneficiaría a ti y a la humanidad liberada de tus caretos hemorroidales.

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En el archivo privado de Mederith, hay todo tipo de material sobre Alaric y también un diario Gilbert. Matt encuentra una hoja que contradice la hora de la muerte del forense. Se oyen unos pasos provenientes de fuera y rápidamente se esconden dentro del armario junto con la caja que habían sacado, mientras Mederith entra en su casa y actúa con normalidad. Dicha escena es la típica para aumentar la tensión entre las dos personas aunque aquí no hay ni amago de corriente eléctrica. Vuelvo a quejarme por la forma en que se desperdicia el screentime en esta serie. Sé que tengo que soportar a especímenes como el osito, el jula, el narigón o la mechero, pero me gustaría que equilibrasen el tiempo que dedican a los demás personajes de una manera más productiva y más lógica. Tanto que dicen sobre este año, que si es la temporada Delena y no se qué, y yo digo que en realidad es la temporada Mattelena, que han tenido ellos más minutos en pantalla que si sumamos a Matt con Caroline o Tyler en el resto de capítulos. No tengo nada en contra de que hagan alguna escena pero se están pasando un cacho ya, que para otras cosas bien que se sobran, como en trollear a Damon o en dejar el beneficio de la duda a los pufos y cagadas de Stefan, así que cuidaíto con meterme el Chrysler petado de críos en el McAuto de endgame, he dicho.

Creyendo que la doctora se ha largado, abren la puerta del armario y se topan de frente con Mederith y su cara de “sus váis a enterar de que con la parienta del Wesley no se juega”. Les llevan a comisaría y Liz les echa la bronca del siglo por infringir la ley, pero ellos se justifican con que consiguieron una prueba que exculparía a Alaric, la cual a su vez la Dra. Fell ya había entregado pidiendo perdón por las acusaciones. El profesor será liberado en cuando se autentifique y tirando pa casita, sin armarla o pasan la noche en el calabozo.

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A la salida del Grill, Damon y la Rebe persiguen a un Stefan en fase de desquicie. Ella pregunta que cómo es que no quiere alimentarse de humanos y Damon explica que es por una conciencia llena de culpa. A la bipolar le descuadra un poco puesto que nunca ha visto a Stefan así y desde luego en la década de los 20 era totalmente opuesto por ni siquiera tener conciencia, siendo eso lo que más le gustó de él. Esta también va cambiando sus prioridades, de encantarle la atrocidad a que le pongan una chaqueta encima. En vista de que la forma de Stefan para afrontar su problema no es la mejor, porque se pasará la eternidad yendo de un extremo a otro, Damon decide echarle un cable. Al acercarse una mujer por el callejón, se pone delante de ella, la hipnotiza y muerde. Stefan detiene a su hermano y éste le invita a que se eche unos traguitos, con el propósito de que empiece a moderarse. En un principio, Stefan se niega y le dicen que en ese caso, Rebekah hará lo que quiera, lo que significa que la matará sin pestañear. Damon le asegura que si se alimenta, él mismo se encargará de borrarla la memoria y salvarla dándola de su sangre para curarse. Se lo está pensando demasiado, así que la rubia va lanzada a jalársela y en último momento, Stefan la detiene. Continúa debatiéndose hasta que cede a sus instintos y tiene el mismo sonido que una manada de jabalíes devorando comida. Damon manda a la Rebe que se pire y despega con un poco de esfuerzo a Stefan del cuello de la chica, que estaba pegado como una ventosa. Inmediatamente, tiene la reacción de volver a por más pero Damon se lo impide y pone su muñeca en la boca de ella para que se cure. Coincidencias de la vida (o el karma delena vengándose) quiere que en ese instante, Elena pase y se ponga ojiplática con la estampa de Stefan y su hambre de spaghettis a la boloñesa. Ni que fuera la primera vez que lo ve, pero vamos, que además ahora con lo grillado que está, el verlo de esta guisa es de las cosas más normales. De todas formas, ha sido casualidad que sucediera aunque me alegra que por una vez la mierda caiga del lado de Stefan, que veamos cómo vadea eso de tener que arreglar malentendidos. Nah, si no sabe, se limita a fruncir la frente y a poner cara de albóndiga rencorosa.

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Ya en la casa Gilbert, Matt y Elena mantienen una conversación bastante interesante que comúnmente se conoce como “Réquiem por una compresa”. Bueno, no es común, se me acaba de ocurrir el nombre, pero le pega totalmente. Matt pregunta que no entiende qué le pasa con los Salvatore y ella asume que no tiene sentido. Habla sobre que cuando murieron sus padres, el estar con Stefan le hacía sentirse segura, y no es que durante ese tiempo la regla le viniera más veces de lo habitual (casi que esto le estará sucediendo ahora, es una posible teoría para sus semblantes hasta el suelo en lugar de pensar simplemente que es así de estúpida). No os preocupéis, esta actitud hacia Elena por mi parte es transitoria, por su propio bien le aconsejo que vaya cambiando si no quiere aumentar la lista de personajes trolleados. Según decía, lo de sentirse seguro como Iker Casillas era cuanto menos extraño si Stefan era un vampiro, pero Elena se refiere al hecho de que, a diferencia de sus padres, al no morir, siempre estaría ahí queriéndola (se hace la loca con respecto al tema de Katherine y el motivo por el que Stefan portó su foto durante 145 añazos). Personalmente, me parece una actitud algo egoísta, porque quizás en un principio no, por el flipamiento y el telettubismo, pero llegaría un punto en que Elena sabría que eso se debería acabar puesto que su idea era formar una familia al estilo humano de toda la vida: teniendo hijos. O sea, estoy superencantada contigo pero no me sirves para muchas cosas que son importantes para mí y por eso, ciao bacalao. Hombre, lo veo muy cutre para lo que se supone que es “épico” y sinceramente no creo que en realidad el elefan se haya basado en eso solamente, aunque me lo ponen difícil con frases como esta o aquella del 3x05, donde Elena aseguraba a Stefan que no la mordería porque la quería y “¡Lucharás porque después de todo lo que hemos pasado, me lo debes!” y por supuesto, no olvidemos la gran chorrada del respeto que dijo Stefan en el 2x19. Cosas así mierdean un shipper, señoras y señores.

Turno de Damon. Abramos bien los lupos y limpiemos las gafas. Sobre él, Elena dice que apareció de repente (quizás esto sea el hecho de darse cuenta de que sentía algo más por él) y entonces es donde aclaro que si no fuera tan negada ese “de repente” se transformaría en un “ya perdí la noción, lo que pasa es que soy de efectos retardados”. Después, esta expresión tan acuñada en su día por Sinatra: “He got under my skin”, que en un castellano del pueblo raso significa: “Me pone los ojos vuelcos”, para terminar afirmando que no importa lo que ella haga, no puede quitárselo de la cabeza (de fondo nada de la canción esa que suena sino “Can’t get you out off my head” de la Kylie que mola un montón). Animalica, te ha costado, ¿eh? Espero que aquellas que “dudaban” que esto ocurriese, estén preparando su escondrijo porque, damas y caballeros, esto es sólo el comienzo. La guinda del pastel es la conclusión de Matt (sí, lo que importa es lo que dice, no la cara que pone luego y que por descontado NO se refiere a Elena, sino a Caroline, que todavía parecen nuevos/as algunos/as): “Una vez que te enamoras de alguien, no sé si puedes sacártelo de la cabeza”. Aquí lo tenéis, el pobre Matt, con quien ya me estoy congratulando últimamente, él solito le ha plantado a Elena la verdad en la cara para que se la coma y la digiera, y lo hace a juzgar por su gesto de “vaya, si no me lo llega a decir, me habría costado otras 3 temporadas más y porque acaba la serie”. Nah, para el próximo capi se le olvidará, no nos hagamos falsas esperanzas. Sé que muchas personas se han metido con Matt (vale, yo también, aunque no es mi culpa de que se carguen las tramas y menos para que luego finiquiten las sustituciones enseguida solamente por humanizar a un esquizofrénico gay con aires de Van Gogh), pero esto ha demostrado que de uvas a peras, los guionistas hacen buenas obras, y aquí por partida doble haciendo que Matt consiga que Elena suelte prenda. Verás cuando Carol se entere, el cabreo que se va a pillar por no tener la exclusiva… aunque realmente lo del 3x04 era medio admitiéndolo. Y enfatizo que Matt se refería a Caroline porque en la celebración del funeral de esta en el 3x11, cuando viene Tyler y se van, luego Bonnie también se pira y él se queda con Elena, ella le pregunta que qué tal lo lleva, y el chico dice que lo acepta si es lo que a Carol es lo que le hace feliz. Bueno, no le quedaría más narices ya que fue él mismo quien la dejó pero a lo que voy es que paremos de inventar fumadas adicionales a las que de por sí nos dan.

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Finalmente, Matt saca el diario Gilbert para dárselo a ella y gracias a que es un humano corriente, nadie se fija en él cuando manga cosas. La puerta de la calle se abre y Alaric entra en casa. El hombre no sabe muy bien cómo Elena reaccionará, y se tranquiliza cuando ésta le da un abrazo. La cámara enfoca la mano de Alaric casi en la cintura medio baja de ella (este Matt Davis tiene más peligro que Willy Fog con un bonobús), que en breves entendemos a qué viene.

Retornamos al ceño, que frente a la chimenea de su salón, se lamenta por su mala suerte. O eso o está soñando despierto y se imagina que está en la taza del váter. Damon llega y le dice que han soltado a Ric. Siendo consciente de lo mal que se sentirá su hermano, le intenta animar con que lo está haciendo bien, que en breve será el rey de la moderación y Elena lo entenderá. Para que luego digan que Damon únicamente le da disgustos. Si para eso no necesita a nadie, él se basta y se sobra. Y obviamente, Stefan vuelve a soltar esas paridas de que no importa lo que Elena piense, cuando hace dos segundos me ponía la cara esa de perro para apadrinar, aunque menos mal que Damon no lo consiente y le dice que están en el camino de la recuperación. Stefan pregunta la razón de su interés, todo eso del vínculo fraternal y hacer que Elena le odie, que si es debido a la culpabilidad de lo que pasó. Qué mongolico es, no escucha cuando le hablan. ¿No le dijo Damon que se retiraba ya que pensaba que no tenía nada que hacer? ¿Qué culpabilidad ni qué niño muerto? Además, en su día, mientras estaba bajo la compulsión de Klaus, le sacó de la celda Forbes para que respirara aire puro y reconoció que aparte de que le apetecía fastidiar el método de Lexi, tampoco le iba a abandonar allí solo para que se pudriera. Dejemos de remover las cosas que luego Stefan se cabreará cuando le exploten en las narices. Damon abiertamente le dice que es simplemente porque quiere ayudarle y copiando unas palabras que dijo en 1912, Stefan lo rechaza. Al ver el flashback, comprobamos que la última vez que rehusó ser ayudado le llevó a convertirse en el Rippah. Fue a raíz de que Damon le incitó a beber sangre humana (ya que él le dio la brasa con lo de la forma alternativa de vida a base de las amigas de Alvin, era la compensación). En el lugar donde se realizaban las peleas, Damon le come el tarro para que vaya a por la otra de las mujeres del funeral, Mariana Lockwood. Una vez la está succionando, Damon le dice que ya es suficiente, sin embargo, Stefan parece el monstruo de las galletas masticando y no tiene intención de detenerse. Hasta que, voilá, a la Mariana se le cae la cabeza al suelo, sí, eso recordamos que le pasaba a cuando se descontrolaba. Damon flipándolo en mil colores y Stefan pidiendo perdón a una mujer descabezada, a la que intenta juntar las dos partes sin superglue. Grotesco total. Igual que en tiempos actuales, Damon le dice que tiene que aprender a parar y que él puede enseñarle, pero Stefan se va y años más tarde fue conocido como El destripador de Monterrey. Damon no hizo nada por ayudarle, por aquello de las dos cosas que tenía en su contra: el que Katherine también le transformase y lo de obligarle a convertirse. Por eso, ahora quiere enmendar su error, y aún así Stefan insiste en el por qué. Habrá que hacerle un esquema al chaval, sino no se entera ni en 20 siglos. O no, yo diría que lo sabe pero recordemos esa faceta suya de que le gusta que le digan cosas bonitas, con Katherine la vemos mucho. Damon termina admitiendo que solamente le tiene a él y Stefan con los ojos brillante a punto de llorar como una magdalena. Menos moñerías y más valorar a tu hermano, que desde luego yo hubiera pegado una patada en el culo hace tiempo para estar a gusto.

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Elena lee el diario y Alaric, que iba a hacer café, le pregunta que si ha encontrado algún secreto jugoso. Resulta que no pertenecía a Jonathan Gilbert, sino a la nieta, que se volvió majareta perdida como el abuelo. Una herencia maravillosa, por cierto.

Damon toca el piano (chinchaos que eso también lo hacía Jack) cuando Stefan llega con algo de los archivos familiares de principios del siglo XX, quien le ha dado por moverse y contribuir con su granito de arena. No nos acostumbremos, esto es por la emoción del momento anterior, en el capi siguiente seguro que sigue queriéndose escaquear. En 1912 no lograron encontrar a la persona que cometió los asesinatos pero 10 años después, alguien confesó. La chungada de la Samantha, que con eso de la enajenación mental la encerraron en un loquero y al ser una Gilbert, las cagadas quedan en casa y el pueblo no se enteró de la verdad. A Damon le extraña puesto que estaba seguro de haberla matado en su día cuando Sage se la puso a tiro. Acto seguido, Mederith va a ver a Alaric para decirle que la hoja que le dio a la Sheriff exculpándole estaba falsificada por ella misma y así la gente ya no sospecharía de él. Entonces, ¿es que es culpable? En su habitación, Elena sigue leyendo el diario topándose con frases que demuestran lo regadera que estaba la chica esta, donde escribe que no se siente ella misma, que tiene lagunas en el tiempo y creía que se estaba zumbando. ¿Pudiera ser que se transformara y esté rondando el pueblo continuando el hobby de matar fundadores? No tiene pinta porque si se hubiera convertido, tarde o temprano se habrían enterado. Stefan apuesta por el anillo resucitador, que de la misma forma que sirvió a Jonathan cuando él se lo jaló en 1864, a Samantha la valió para 1912. Y a pesar de estar protegida de morir por seres sobrenatural, no lo estaba de envejecer, siendo descartada como asesina actual. Claro, hoy sigue habiendo dos anillos, el que tiene Jeremy y el de… ALARIC. De momento no tenemos noticias de que en Denver hayan sucedido asesinatos, por lo que el profesor tiene una especie de doble vida a lo American Psycho. A él le parece increíble puesto que lo lógico es que uno recuerde si va apuñalando gente así por la vida y encima si es a él mismo. Mederith le pregunta si ha sufrido desmayos y concluye que al tener un anillo que le permite engañar a la muerte, quizás ese sea el precio que pague, acabar maraca de Machín. Y es que han sido 5 veces las que ha palmado y vuelto a la vida:
1º Damon le tira desde un tejado (1x15)
2º Es atacado por los werewolves (2x14)
3º Damon le rompe el cuello (3x04)
4º El híbrido le atropella (3x10)
5º Elena termina de clavarle el cuchillo (3x13)

Lo que está por determinar es si el llevarlo puesto ya les predispone a volverse locos, o el morir y resucitar. En el caso de Samantha, solamente la mató Damon y luego moriría de forma natural, pero los asesinatos los cometía desde antes, de ahí que se me ocurra que les perjudique el llevarlo, aunque el manco murió 2 veces con el anillo y nunca tuvo javas criminales (a lo mejor afecta si eres buena gente, si eres un bicho como él pues no te hace nada). Veo interesante esta línea argumental que le han dado a Alaric, que el hombre está medio de atrezzo, la lástima es que no preveo un buen desenlace, y más cuando el actor tiene su propia serie.

Para ratificar esta conjetura, retrocedemos al primer flashback del capi, donde el Salvatore camina y el cuchillo que le clavan es empuñado por una mano con el anillo en el dedo índice, descubriendo finalmente a Samantha con un gesto frío y sin remordimientos. Moraleja: no os fiéis de pedruscos feos, pueden ser mucho más que eso.

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martes, 13 de marzo de 2012

REVIEW TVD: 3x15 - All my children

Vamos con la review, que ya son horas. Un poco más y la saco el día 15, pero es que la invo stefarine ha mermado mis neuronas. Si me permitís, un consejo: NUNCA hagáis una tesis sobre algo en lo que Stefan tenga parte, con la tortura semanal del capítulo es dosis suficiente, believe me. No contribuyamos a la saturación de las consultas de Psicología y Psiquiatría, que la Seguridad Social bastante mal está. Procedamos.
Al día siguiente de la fiesta de la jet de Mystic Falls, Elena ya despierta en la cama da vueltas a las cagadas que se manda últimamente. Se levanta, coge el móvil (una vez que Damon se despidió en el 3×11, llamó a AT&T pidiendo uno nuevo porque el osito diabólico le tiró el que tenía por la ventana en un arrebato), y sin mensajes, ni llamadas perdidas, ni whassaps, se enfrenta a la cruda realidad: la gente tiene mejores cosas que hacer que tenerla en palmitas. O lo mismo cogió el teléfono para usarlo, aunque me gusta más la versión de forever alone temporal. Y hablando de eso, pasamos a Stefan (podría haber tardado en salir o ni siquiera aparecer), que se encuentra sentado en una silla pensando qué escribir en su diario. Horror, lo sé, ahora sí que el rippah is gone definitivamente. Puedo darle una sugerencia si no se le ocurre nada: “Olvidado diario (se ve que al no tener dentro la foto de Katherine, ya no le interesaba tanto): Le dije a Elena que no quería sentir porque sólo tendría dolor. No es que no sea cierto, es sólo que no especifiqué que sería debido a que Damon ocupará el lugar que un día fue mío. La juerga con la Rebe no es más que otra piedra en el camino, que si lo de la muerte de Jeremy se arregló, esto es como aguas de borraja que se las lleva el viento. Además, ya se puso celosa en la hoguera, mejor me voy haciendo a la idea y llamo a Katherine, que ella sí pasa de Damon de verdad y me dice cosas bonitas de verdad de la buena”. Quizás lo de la perra es elucubración mía para que con un poco de suerte tenga más de una página en la invo de la 3, pero lo demás seguro que lo piensa. El Iphone vibra y se trata de la Gilbert dando por saco desde bien temprano. Stefan está en modo “quiero estar con mi mierda a gusto” y cuelga la llamada. Ella deja un mensaje en el contestador sobre que tienen que hablar, que es importante. ¿Otro gato se ha caído? Lo más probable es que continuase con la cantinela del sentir y a Stefan no le apetece escucharlo. Normal, Elena es muy pedante a veces.
Total, que como este churri no se lo coge, llama al otro, very Katherine btw. Le da al nº1 de la marcación rápida y Damon descuelga desde su señora cama, donde aún sigue la Rebe echando una cabezadita. Esta escena podrían haberla hecho de otra forma, por ejemplo, que sonara el móvil, Damon sobado no atinara a cogerlo y la Rebe le propinara una patada supersónica que le lanzara a propulsión como muestra de su cabreo por despertarse. Al parecer, Elena había saturado la red llamando toda la noche por la conciencia remordida que tenía (10 veces es ser plasta hasta el extremo, vamos, yo a la 3ª abandonaría comprendiendo que pasan de mi face). Damon le dice que ha estado ocupado y ella se imagina que se pegó una cogorza de aúpa, que también es verdad porque en el Grill se pilló un buen pelotazo, pero desde luego que en el concepto de “estar ocupado”, a Elena no se le pasa por la cabeza lo que realmente sucedió. No problem, no tardará en descubrirlo para el descogorcie de la audiencia. Ante el áspero comentario de Damon, ella tiene el cuajo de dar la vuelta a la tortilla alegando que si está cabreado con ella, lo tiene que superar. Tócate los pies, Manola, creo que tenemos a la Kate Austen chunga del 4×04 reencarnada. Damon afirma que lo ha superado y cuelga, con lo que habría molado que dijera: “Espera un momento, no cuelgues”, le pasa a Rebe que, imitando a la tía del Anda ya, le suelta: “Hola princess, no veas lo que te pierdes por ser una estrecha… mmmmmmmm”. Por la respuesta de él, Elena sabe que tiene que presentarse ipso facto en la casa.
De camino a la puerta, Damon y la Rebe acuerdan que no transluzca su affair a la vez que nos asombramos de las dotes de costurera de la original, puesto que su vestido está perfecto tras los arrancamientos que sufrió. Temblad, modistos de Milán y Nueva York, ha llegado la Revolución de la Aguja. Bueno, de la aguja no sé, pero de la Petrova… Elena se queda contrariadísima cuando llega a la puerta y ésta se abre sus ojos con la imagen de Damon descamisado y la Rebe con los pelos medio revueltos y zapatos en mano. La cara de Elena supera con creces a la de Stefan en el sueño del 2×04 (la del típico retortijón que dan las judías con chorizo cuando llevan caducadas 2 semanas), que aquí se traduce, como luego dice Damon, igual que si hubiera visto disparar a un oso panda. Sus sinapsis neuronales se colapsaron más que el ordenador de “Juegos de Guerra” cuando inicia los ataques ficticios y peta en un fundido a blanco. La Rebe sonríe leve pero maliciosamente mientras se va y la mirada que Elena le echa es de “¡Cacho pedazo de perra, esta deja a Katherine a la altura del betún!”. Tengo que decir que la bitch lo habría clavado en este momento, pa qué engañarnos. Por más que me repateara que tuviese tanta suerte, esa es capaz de dejar seco a Damon en toda la face de la otra y decirle que cuando quiera, repiten. Brutal hubiera sido, pero nos conformaremos con lo que hay. Damon en principio tiene una expresión de desconcierto: “Esto no tendría que estar pasando”, aunque al contemplar la reacción de Elena ya no le parece tan mala idea y es una especie de “¿A que no te lo esperabas?”.
Por supuesto, a continuación viene la consecuente bronca, empezando con: “¿Has dejado de tomar verbena?”. Para mí que esta chica se dio un golpe de pequeña y a veces salta con estas cosas, porque sino no le veo explicación. Damon es muy Viva la Pepa, no sé de qué se extraña y añadamos que estaba rebotadísimo, así que el hecho de que la Rebe intentase matarla podría pasarlo por alto puesto que era una razón justificable debido a la traición del 3×09. Además, que peor hubiese sido salir a hacerse el suicida y matar a quien le auxiliase como sucedió tras la muerte de la nefasta de Rose. Esta cría nunca está contenta con nada. El caso es que Damon no quiere darle mucho bombo al tema, pero ella erre que erre en pleno ataque celosítico, (por toda la cola que traerá el asunto, es probable que estuviera en mitad del túnel con los ovarios del tamaño de una pelota de golf), y pregunta que si la cosa a partir de ahora será que cada vez que hiera sus sentimientos, arremeterá contra ella de esa forma. Hombre, yo elegiría una guaya con la mano abierta que es un método que a Elena le gusta bastante emplear, así pagaría con la misma moneda. No obstante, por no darle el gusto y sí más disgusto, Damon afirma que por una vez ha hecho algo que no tiene nada que ver con ella. Le dejaremos aunque eso cae por su propio peso, ya que estaba resquemorado por lo sucedido en el baile y de ahí se fue a emborracharse al Grill, propiciando su encuentro con la Rebe. Entonces Elena le cuenta lo del hijatricidio de Esther y que al estar todos conectados en red, no solamente el jula implosionará, sino también Elijah. Con lo que no contaba ella, no sé por qué, es que a Damon le importase un reverendo pepino que este muriera y entonces decide probar suerte con la bipolar, que quieras que no ha habido entre ellos algo más que la notita amigable esa para aunarse en contra de Klaus. Visto lo visto, a Elena hay que explicarla la diferencia entre “rollete pa defogarse” y “requisitos mínimos para entrar en la pequeña lista de vivos y muertos de Damon” a lo Coco en Barrio Sésamo. La muerte de Klaus es el objetivo y lo que eso conlleve es lo de menos, por lo que advierte a Elena sobre que no meta las narices y es apoyado por Stefan, que para una vez que tiene que aparecer antes de tiempo, no lo hace. Sé que oyó la conversación entera, pero nunca está demás que vea esas caras de “mordedura en el culo por un cangrejo” que pone Elena últimamente. Frustrada ante la oposición de los hermanos, se va echando mixtos por la puerta empujando a Damon y haciendo que parte del whisky que tenía en el vaso se cayera al suelo (encima de orgullosa, se está volviendo de un maleducado…).
En la casa original, Elijah descubre la savia quemada por su madre para evitar que oyeran sus planes. Kol empieza a tocar las narices a su hermana nada más llegar. Que si toda la noche fuera, que espera que no fuera con Matt, y ella le amenaza con hacer que lo próximo que salga de su boca como no se calle serán sus dientes. Se merecía esta contestación: “Pues ha sido con el que te lanzó por los aires y te partió el cuello, lo hemos estado celebrando” y pronto se le borraba esa facha de flipao. Klaus, que está con sus manualidades artísticas, (matadle ya, seriously) acaba acompañando al hermano ante su insistencia de irse de farras y empinar un rato el codo. Elijah entra con el cacho de savia y le habla a la Rebe de que esto se califica con la frase favorita de Papuchi, la de la misma palabra repetida 3 veces. Ella no le da más atención porque entre que lleva un millar de años muerta y que siempre ha sido de aquella manera… que lo mismo el emo del Finn sabe algo. Sin embargo, a Elijah no le sirve puesto que éste siempre ha odiado su condición y cualquier triquiñuela extraña, la taparía. Rebekah no desconfía en absoluto de las intenciones de su madre y cree a pies juntillas eso de “Una madre es para 100 hijos”.
Pasamos a otro capítulo de “Las Petrovas también se chinan”, donde Elena sigue soltando la mierda que la está corroyendo. Le dice a Bonnie, quien a su vez intentaba hacer el experimento de la savia, que Damon se enorgullecía de haberse acostado con la Rebe. Tampoco yo diría que es enorgullecerse pero sí trollearte a pierna suelta, que si ya lo hace sin que digas nada, pues imagina cuando lo haces y para colmo con chorradas como lo de la verbena. En esta ocasión lo del spell de privacidad no funciona, y Caroline entra para informarles que oye alto y claro todo lo que ha dicho de Damon. Lo intentan de nuevo porque quizás en lugar de un hilillo de humo que echaban las hojas, debía de ser como lo del Botafumeiro de Santiago de Compostela. La bruja dice que Esther ha contactado con ella y su madre para que se le unan en lo que preparara. Elena pregunta que por qué no se lo dijo desde el principio en lugar de permitir que despotricara, y Bonnie responde que era por no preocuparla. Teniendo de referente esa mini charla en el coche sobre el beso, no habría estado de fuera de lugar que le dijera que iba a contárselo aunque como la vio tan exaltada, decidió posponer la noticia y echarse unas risas interiores a su costa. Luego, Elena vuelve a mencionar el cargo de conciencia con Elijah (no me parece mal, pero que lo tenga con Elijah y no con Damon… tela marinera). De nuevo, Caroline avisa de dos cosas: que continúa enterándose de todo y de que nada de changar el spell, que Esther es la que maneja el cotarro y la responsable de lo que suceda. Esa misma noche, coincidiendo que es luna llena, se realizará el hijatricidio.
Damon comienza el festejo por la muerte de Klaus echando un trago al zumo de fresa con mora. Invita a su hermano con otro vaso, y este alega que esperará a que tener la seguridad de que está muerto de verdad. No tiene mucho sentido que Stefan esté con la cara hasta el suelo con lo bien que ha estado la plantada que le han hecho a Elena (sí lo tiene porque cuando no tienes otro geto, es difícil ponerlo), y en vista de que se buscará la mañas para detener a Esther, Damon aconseja a su hermano que hable con ella puesto que a él no le hará caso. Stefan, para no perder la costumbre, argumenta que eso es culpa suya, por la canita al aire que se ha echado con la tía que desea verla bajo tierra (no es la única, Katherine también pero mientras no haga acto de presencia, no cuenta). Oh sí, eso es lo peor de lo peor, mucho más que lo del Wickery, ¿verdad? Me pregunto qué excusa se habría sacado Stefan de la manga esa desgastada que tiene por la sonadera de mocos que se está dando si hubiese sido cualquier otra tía. Damon, cansado de tanta tontería a su alrededor, le dice que le ha hecho un favor, así puede ir corriendo a que caiga rendida a sus pies, y el otro que nah, que está mejor sin él (olvidémonos también de las miradas de biutre acechadoras en el baile, por supuesto), y segurísimo mejor que sin Damon. No se le acaban los dardos envenenados, no. Aún no me entra en la cabeza cómo en todas las ocasiones que ha tenido, Damon no le ha puesto los ojos en el cogote, con la de subnormalidades que nos habríamos ahorrado… y por lo pronto, seguro que más vendrán debido al régimen sanguíneo que está retomando al dejar intacto el vaso que Damon le había traído.
Elijah busca a Elena en su casa para llevarla al bosque, que resulta ser el sitio donde él vivió antes de que se hiciera la luz. Llegan a unos cacho pedruscones, los cuales pertenecen a una cueva en la que él jugaba de pequeño cuando su familia se escondía de los werewolves una vez al mes. Elijah nombra a su madre, que si ella decía que tenía que haber un equilibro y viendo el curso en el que puede desembocar esto, Elena se quiere ir a casa, pero el original es más listo (probablemente siempre sospechó algo porque la forma en la que ella contó que no pasaba nada era demasiado cantosa) y le espeta que no se esperaba que le mintiera en su cara. Lo sabe por la velocidad de los latidos del corazón, que se aceleran cual coche de F1 en una recta y finalmente la Gilbert canta la Traviatta. Elijah dice que hay algo que ha aprendido durante su existencia y es que se debe tener cuidado con lo que se desea, es decir, como quería la muerte de Klaus, por esta complicación, se va a encontrar en un aprieto importante: encerrada en la cueva de túneles.
Damon le comenta a Alaric por teléfono que Elena está missing y Ric hace el apunte de que le extraña que haya tenido tiempo de llamarla con todo lo de la Rebe, lo cual sorprende a Damon (en realidad, a Elijah también tenía pensado Elena contárselo para que le diera dos azotes en el culo a su hermana, pero la mandó demasiado rápido para las catacumbas). Sin embargo, del ataque de conciencia de la chica no parece saber nada y al estar ocupado con la parienta del Wesley, le pilla un poco mal ir a hacerse cargo de que Elena no la líe metiendo sus zarpas. Claro, éste como ya tiene un encame potencial para qué preocuparse por el resto. Siguen sin pistas sobre la persona que le atacó ya que su herida estaba medio curada y si no recuerda nada es posiblemente por el compelling así que blanco y en botella qué tipo de criatura ha sido. El jula junto a Kol se aparecen detrás de Alaric y se anticipa en aclarar que no desconfíen de la familia nueva del pueblo porque puede ser un asesino en serie de los de las pelis de sobremesa de Antena 3. A mí no se me había ocurrido que fuese ninguno de ellos, en nada le habría bajado los aires de grandeza.
En la casa encantada, Bonnie y Abby se reúnen con Esther y Finn para ultimar los detalles. Esther les hace saber que son descendientes de la bruja Ayana y que sacará poder de todo el linaje Bennett, siendo ellas como un enchufe a la corriente eléctrica (a ver si con un poco de suerte, las descargas las electrocutan).
Elena camina entre los túneles y se topa con su amiga Rebe, que está haciendo de segurata para que no escape, y en ese caso, matarla. Esa orden le dio Elijah, quien se encuentra poniendo al corriente a los Salvatore de lo que pretende: que detengan a su madre cortando la conexión a lo bruto para que no pueda llevar a cabo su propósito. Por cortar a lo bruto se entiende que tiene que matar a las renegadas Bennett y adiós el chiringuito.
Volvemos a las grutas, donde la Rebe le está haciendo el video pertinente a Elena para su álbum de víctimas (Stefan no sólo contó su aficción a Klaus, y además esta decidió darle un toque grafico, o bien porque al tener una cantidad de muertos mayor, se liaba con los nombres y de esta manera, les rememoraba). Comienzan una charla donde Elena dice que ella debe creer que se lo merece por lo que la hizo (bueno, a mí no me lo has hecho e igualmente creo que un escarmiento no te viene mal) pero se excusa en que no sabía que la madre quería cargárselos a todos. No lo sabrías al principio, sí desde el momento en que lo dijo y accediste a colaborar, que a pesar de no ser una solución resistirse justo ahí, lo habría sido el hecho de previamente quedarte quietecita en casa haciendo calceta y no plantarte la mesa camilla y los joyones en la mansión klausiana. Rebekah no está para calentarla mucho puesto que pasar sus últimas horas con la que le apuñaló literalmente por la espalda no es su plan preferido, así que mejor echamos cremallera y nos sentamos.
En el sótano, Stefan se sigue debatiendo en beber una bolsa y Damon llega para informarle de que a unas malas, en lugar de matar a Bonnie y su madre, pueden dagar a Elijah para que el resto quede fuera de juego. Stefan tiene dudas sobre el efecto que tendrá en Klaus, que tampoco entiendo que no recuerden que por ser híbrido, las dagas no le hacen nada. No obstante, como lo que tratan es de impedir que Elijah dé la orden a su hermana, si está inconsciente ninguno podrá hacer nada y Elena seguirá viva. Así que su intención es darle la daga a Alaric para que sea él quien se encargue por aquello de que solamente los humanos podían hacerlo sin morir. El profesor le dice que siguen los chuletas en el Grill y para que sea más fácil la estrategia, Damon manda a Carol para distraer a Klaus, quien a su vez no se toma nada bien que su hermano habla sobre ella y le amenaza con arrancarle el hígado. Otro que también va a practicar lo de marcar territorio meando alrededor de alguien. Cuando la rubia pasa a su lado, se hace la sueca, Klaus la saluda e invita a tomarse una copa con ellos. Ella lo rechaza y se va, haciendo que el jula suba un escalón más en su particular ruta del patetismo por ir detrás suya. En la calle, casi le atropella un coche (la DGT americana debería hacer campañas para incitar a los conductores a acelerar cuando le vieran y dejarle como un cromo) e intenta que Caroline le de otra oportunidad para llegar a conocerle. En principio, ella se resiste aunque acaba accediendo mitad por el plan que traman, mitad porque tienen que meter el utópico klaroline con musiquita de los siglos XVII o XIX de fondo. Se sientan en un banco y Klaus quiere que le hable de sus esperanzas y sus sueños, algo que en tiempos de Jane Austen le habría granjeado el babeo de su interlocutora y una boda en dos semanas, pero en pleno 2012 consigue desencajar las mandíbulas de los espectadores por la cutreza del personaje. Caroline le dice que es demasiado inteligente como para que le seduzca (permíteme poner tu inteligencia en duda desde el momento en que te metiste en la manta con Tyler) aunque eso precisamente es por lo que a Klaus le gusta.
En “El sofrito II”, Esther y Finn continúan con los preparativos del spell, que consistirá en revertir la transformación, o sea, les convertirá humanos y luego matará al papanatas inmolador haciendo que el resto también muera incluyendo Klaus, que al ser un werewolf normal y corriente, puede morir perfectamente. Abby se sorprende que el hombre se ofrezca tan voluntariamente, pero considerando que él se avergüenza de su condición, ve el hijatricidio como un regalo en lugar de un sacrificio.
Pasamos a otro Disfuncionelson intentando ligar penosamente. Kol se acerca a Mederith mientras juega al billar y le pregunta su nombre, pero esta le mete un tajo. Al igual que su hermano mayor, no quiere pillar las directas que le echan y se presenta. Entonces la doctora deja de ser medianamente sutil y le dice que se pierda pero eso no hace más que acrecentar el interés de Kol (para mí que este es hermano total del jula, ese gen idiota tiene que ser del pringao que se enrolló con la madre). Alaric interviene y el niñato pasando del tema hasta que Ric le clava la daga, logrando que los demás en sus lugares caigan al suelo para echarse una siestecica. Lógicamente, a Klaus no le sucede nada e inquiere de Caroline, que lo más seguro es que ni siquiera supiera de qué iba el asunto, al recibir solamente instrucciones de ponerle ojitos al primaveras, evitando que este pudiera obligarla a soltar la lengua. A toda prisa, Klaus entra al bar a por Kol y pilla a Damon, Stefan y Alaric llevándoselo. Va a por ellos y noquea al profesor y a Stefan, dejando a Damon para el final aunque de esta forma se entera de los planes de su madre. Elijah aparece para impedir que le mate puesto que necesitan que rompan el conducto de poder que usará Esther con las Bennett. Debido a esta salida del manual, Elijah presiona a Damon para que diga dónde se encuentran o sino llama a la Rebe estará deseosa de ponerse manos a la obra antes de tiempo.
Hablando de ella, se despierta y comprueba que Elena ha huido en el intervalo que ha estado en off. Va mirando por todos lados y diciendo que desista de esconderse porque por muy chungo que tenga el día, siempre le será fácil encontrarla. A todo esto, Elena se pega una leche y gracias a eso, la bipolar la agarra por detrás pero como están donde los dibujos rupestres, Elena entra a la zona reservada para humanos porque no me trago que el supuesto cabezazo que le da a la Rebe haga que se caiga y consiga zafarse de ella.
Mederith lleva a Alaric a su casa para mirarle las heridas del porrazo que le metió Klaus y él se quiere ir a buscar a Elena. Ya claro, ahora se acuerda de que tiene que ejercer de padre y no cuando Damon le aconsejó que la encerrara en casa para evitar males mayores. La matasanos le convence de que se quede descansado, que ya los Salvatore se encargarán de ella (al estar recién llegada a la serie, no conoce lo inepto que es su marido).
De camino a la casa de las witches, Damon y Stefan hablan sobre que si no es ese lugar donde se hará el sofrito, están de mierda hasta el cuello por tener únicamente 10 min para impedir que la Rebe lleve a cabo su venganza. Saben que al cargarse a las Bennett, Elena les odiará para los restos, así que a Damon se le ocurre echarlo a suertes con una moneda para que sea solamente uno de ellos quien lo haga. No sabemos si sale cara o cruz hasta más tarde.
Para poner el ambiente un poco más caldeado, a la Rebe le da por rociar con gasolina la parte donde se encuentra Elena, para que salga si no quiere ser pasto de las llamas o sino, pues se asará a la parrilla. Asustadísima, la Gilbert le pregunta que si está loca (a estas alturas eso sobra, además del hecho de haberse pasado casi un milenio junto al jula llorón, no es para que mantengas tu cordura precisamente), aunque a Rebekah le gusta calificarlo más de ser espontánea, que por eso probablemente le gusta tanto a Damon. Desde luego que a Elena la están viniendo palos por todos lados y no sabe cómo vadearlos. Es lo que tiene cuando empiezas a soltar mierda sin venir a cuento y el karma te la devuelve. La original enciende la cerilla y prende el fuego, mientras graba a Elena con el móvil como posible recuerdo de sus últimos momentos para desorinarse posteriormente. No la culpo. Lo que pasa es que ahora que se ve con el agua al cuello, Elena comienza el juego psicológico alegando que la de los últimos momentos será ella porque es su madre la que la quiere matar, y que todavía lleva su collar, bla bla… La Rebe se cabrea y no quiere migajas de compasión, por lo que enciende otra cerilla. Hora de sacar la artillería pesada: “No vas a hacerlo”, dice Elena empleando a fondo su Petrova fire. La otra pregunta que por qué y Elena responde que aún existe una pequeña oportunidad de que sobreviva y que si la mata, se habrá vengado y fuera. Que si realmente su objetivo es la venganza de la buena por haber fingido ella que le caía bien y luego puñalada trapera en la espalda, esa debió ser la razón por la que se acostó con Damon, puro desquite. Y ahora la ha estado atormentando por herir sus sentimientos. Ojo, lo del tormento es por lo que está pasando en la cueva, no lo de la noche anterior, que de entrada la propia Rebekah fue la que propuso que nadie se enterase. Si Elena no los pilla, lo de la venganza como tal es relativo puesto que no se habría enterado. Pero aprovechando que lo sabe, más a su favor que tiene para trollearla.
Los 3 hijos de Esther se presentan para interrumpir lo que trama aunque no sirve de nada porque ella está dispuestísima a mandarles para el other side. Klaus, que no está para gaitas, la amenaza con matarla otra vez como no pare, pero a ella le da lo mismo por lo que ha tenido que observar en estos 1000 años, Elijah incluido, por muy noble que sea también ha derramado sangre. Las Bennett se escondieron dentro del sótano de la casa y allí se encuentran a los Salvatore, quienes dan el ultimátum de que o paran la emisión de poder o ellos mismos se encargan de fundir los plomos. Bonnie le dice a Stefan que aunque las mate, Esther igualmente las seguiría canalizando y entonces es cuando él afirma que la única forma de changarlo es haciendo que una de ellas deje de ser bruja y acto seguido, Damon desde la retaguardia chuta a Abby y la retuerce el pescuezo. Automáticamente, el riego se le corta a la reina madre y el pelota suicida de Finn se la lleva a lo Superman ante la mirada atónita de sus hermanos.
Rebekah libera a Elena y le cuenta que han transformado a la madre de Bonnie, dejándola un poco pasmada, que traducido significa que mentalmente se está cagando en Damon y preparando una peta impresionante porque sabe que ha sido cosa suya con lo propenso que es a lo de las conversiones para remediar sacrificios. Esta era la única manera de interrumpirlo por no poder compatibilizar ser un vampiro y una bruja, pero da lo mismo, la mierda pa Damon siempre, que tiene montado un estercolero ya. Finalmente, la Rebe le da la razón con eso de reservarse para una tortura en condiciones que satisface mucho más. Veremos entre esta y la Sage, Elena no tendrá tiempo ni de rascarse la nariz, qué awesome.
La madre de Bonnie está en casa de Caroline en plena transición, y Elena va a visitarla pero la rubia le aconseja que mejor no entre, no sea que en una java de estas la hija le electrocute con un rayo de los del Emperador Palpatine. Que aunque todo fue por salvarla, siempre es la que sale perdiendo. Sí bueno, lo de la abuela y lo de la madre, pero vamos, ni que a Elena no se le hubiera muerto nunca nadie, que durante un breve espacio de tiempo, hasta que el emo fue resucitado, su único pariente “vivo” era Katherine. Bah, me da lo mismo, lo que importa es que el Bamon está a la altura de la fosa de Las Marianas, el resto es secundario como poco, que se trata de la bruja revenida.
Damon se está lavando las manos (no sé por qué se quita el anillo para esto y luego le ves a Ian en todas las entrevistas con él, yo pensé que se le había adherido al dedo) cuando Stefan llega y dice que Elena está a salvo. Entonces, nos enteramos que la moneda no salió en contra de Damon, sino que era a Stefan a quien le tocaba pringar. Desconcertado, pregunta que por qué fue él quien transformó a Abby (es lo que suele pasar cuando no haces más que tratar como el culo a la gente, que no esperas que te hagan favores), y la respuesta de Damon es que se ha dado cuenta de que está tratando de volver a ser el de antes y dejarse de rippismos y zumbadas al máximo nivel. Lo ha deducido por la cantidad de años que lleva soportándole y lo del vaso de sangre y después por no beber una sola gota de la bolsa de antes. Según parece, Stefan lleva sin chutarse desde lo del puente (¿qué dije yo de que no me creía eso de “Ya no me importa lo que pienses de mí, Elena”?… Dick) y como tendrá bastante por lo que sentirse culpable por aquello, para qué añadir más cosas a la lista (y dale, si a él le da morbo lo de la culpabilidad, no deberíamos privarle).
Hallándose descubierto, Stefan no puede quedar por debajo y suelta la puntilla de que a pesar de que Damon fingiera que pasaba de Elena por el cabreo que tenía, sigue queriéndola (cuidao chaval, que has descubierto América… no sabía yo que eso podría ser igual de un día para otro) y ahora llega el momento que en Damon se rinde puesto que pensaba que sería capaz de ganársela limpiamente pero cree que ella no le quiere. Pobrecico, más penica que me da, que sólo le tocan las perras y las siesas… Tú no te preocupes, que esa va a morder el polvo, y aquí estaré para trollear cada cagada que haga.
Elijah se despide con una carta que deja en casa de Elena donde le pide disculpas por lo que ha hecho pero que lo hizo por proteger lo que más valora, su familia y que ella puede entenderlo. Le dice que su compasión es un regalo, que la lleve con ella (y que la desprenda con Damon, porque quedársela para sí, como que no, ya mismo quiero verla en acción junto con las súplicas de perdón o saco la garza).
En la mansión de los originales, Elijah le reconoce a su hermana que Esther tenía razón, que cuando lo ha necesitado, ha matado, atormentado y hecho lo que fuera, como lo de usar la mala baba de la Rebe con Elena para lograr su objetivo. Obviamente, la rubia no lo siente y al no interesarle muchos estos flagelamientos se va a ver a Klaus, que está tan despechadísimo con Caroline que está quemando el book de retratos que le ha hecho. No hombre, haberlos guardado y luego cuando tu padawan regrese, se los enseñas, para que te los meta por el culo, les prenda fuego y ya nos libremos de ti always and forever. Rebekah decide ajuntarle porque aunque se cargó a la madre, ha sido el único que no la ha nominado para abandonarla (vamos a ver, pero fue quien te clavó una daga y te tuvo encerrada 90 años por preferir a Stefan. Eso debería contar, no sé). Luego le enseña la grabación de Elena para mostrarle que los dibujos de la pared de detrás tienen algo bastante curioso: un grabado que data de 300 años después de que ellos quemaran el árbol de roble blanco y cómo lo adoraban los nativos. Es decir, que lo reemplazaron y la cosa empieza a ponerse interesante.
En casa de la Devitto, Alaric se despierta y va a por pirulas a la cocina. Ve un expediente con el nombre de Bill Forbes y excarvando se topa con uno de los cuchillos usados en los ataques a los miembros del Consejo. Oye el gatillo de una pistola y voilá, Mederith está frente a él apuntándole. Tras un “Se suponía que no debías ver esto”, dispara a quemarropa y así nos quedamos durante un mes.