“Operación Jaque mate al híbrido” en marcha. Stefan llama a Klaus, quien se encuentra en Portland montando una guardería de werewolves. Le dan la noticia de que Mikael está criando malvas, y como no se fía ni de su abuela, pide ver el cuerpo con sus propios lupos. Lógicamente, elaboran una trama creíble para que si empieza a hacer el 3er grado a Stefan, no pueda pillarle en un renuncio, de manera que él mismo ve cómo Elena apuñala al papa, siendo él mismo quien se ofrece a servir de cebo muerto para que su hijastro se trague el camelo de manera que finalmente pueda clavarle una daga hecha con cenizas del árbol ese más famoso que el del anuncio de Nationale-Nederlander. Hasta Rebequilla está metida en el ajo, confirmando todo lo que Stefan ha dicho y su hermano vendrá pronto. Total, nada más colgar, Elena quita la daga a Mikaelator y comenzamos la diversión.
Era previsible una escena entre la bipolar y su padre, así que aquí la tenemos. Le culpa de la destrucción de su familia, a pesar de que Klaus matara a la madre y que por eso pagará con su muerte. Mikael se disculpa alegando que él nunca la persiguió, sólo a Klaus, pero como ella va en el mismo pack, se dio por aludida. Le recrimina además de que les convirtió en asesinos a todos por convertirles y que Klaus no nació siendo un revenido con un palo metido en el culo.
Pasamos a lo que supuestamente dijo Elena que iba a hacer con Bonnie, lo de ser su amiga, pero que como todos sus planes, pues no funciona. Están con lo del Baile de Bienvenida y dice que no tiene nada para ponerse (curioso cuando no hacen otra cosa que asistir a eventos de ese tipo y no pasaría nada por repetir modelito, que nadie la iba a mirar mal). La bruja le dice que se queden en casa para investigar los jeroglíficos de Alaric (ya tiene que estar mal para sugerir eso como pasatiempo). Y sale el tema de marras… el emo. Elena intenta que se desahogue, pero Bonnie le dice que siendo su hermano, no puede ponerse a despotricar lo que le gustaría, así que chapan el tema. Está visto que la Gilbert sigue sin entender que por el papel que juega en el asunto, no es la persona apropiada para servir de paño de lágrimas. Ya la pasó con Damon en el 2x01 en casa de los Lockwood, al querer que sacara la mala leche que le corroía por el engaño de Katherine. De por sí no es que el chico sea muy dado a ir contando su vida, pero está claro que en caso de querer desquitarse, la última persona con quien lo haría sería con ella. Qué le vamos a hacer, le cuesta pillarlo a la pobrecilla.
Y cambiamos a uno de los lugares más concurridos últimamente, la habitación de Damon. Tardaron en sacarla pero ahora nos la conocemos mejor que la nuestra propia, aunque sea 10 veces más grande. Cómo no, Elena está ayudando a preparar las armas que puedan necesitar mientras está comentando con Damon que lo mismo su nueva amiga Rebe se la cuela por toda al escuadra, ya que al fin y al cabo, Klaus es su brother. Precisamente por eso, Damon tiene un plan secreto que no desvela para que Stefan no se entere y pueda ser pillado por el julandrón. Y hablando del plasta de Roma… llega pidiendo corbatas. Otro igual, que tampoco quiere repetir. Esto pasa porque en lugar de dedicarse de vez en cuando a hacer cosas normales, como ir de compras, Stefan y Elena preferían martirizarnos con superhipermegaextra abrazos y conversaciones más sosas que el asa de un cubo. En fin, Serafín. Elena le dice que no vaya, pero como él está obligado a ser su sombra hasta para ir la baño, no le queda otra, más si cabe con el historial que tiene en bailes. Un apunte: haría una matización sobre eso, puesto que en el único que Stefan no la acompañó, que fue el de Miss Mystic Falls, y Damon tuvo que cubrir el puesto, ha sido el único donde su vida no ha corrido peligro, así que debería replantearse mejor quien tiene el gafe.
En el baño, están Damon y Elena con las granadas de acónito y cómo no, Stefan tiene que soltar la puya de que espera que tengan un mejor plan puesto que su libertad depende de ello. La chica le recuerda que es más bien él quien puede echar abajo todo en el momento que Klaus le pregunte algo que no hayan previsto, pero Stefan vuelve a revolver el tema de planes fallidos y que siempre se han ido al garete por la humanidad de Elena. A esto le recordaría yo que no sé que era peor, si los planes mierdas de Elena o que él se quedara callado sabiendo lo mierda que eran.
Tyler y Caroline preparan cosas para la fiesta y a él le apetece ir a jalar algo, y encima Rebekah le ha hablado de gente que sin compelling está dispuesta a hacer de tentempié. Caroline se niega, porque ha conseguido que la suegra casi deje de odiarla y no está la cosa como para que la pillen de esa guisa y tampoco le mola un pelo que él se junte con Zorraroline. Por curiosidad, le pregunta que a quién han obligado a llevarla y Tyler dice que Matt se ofreció, pero a Carol no le gusta nada, a pesar de que lleve verbena para que no se pueda alimentar. Tyler no le ve tantas vueltas puesto que si ella quiere ir, él no tiene a nadie a quien llevar, añadido de que es un tío y la otra está buena… vamos, los hombres como siempre, más simples que el mecanismo de un chupete. Y Matt… haciendo honores a las incongruencias a las que nos tienen acostumbrados en esta serie. En un capi está corriendo despavorido sobre cosas sobre naturales y en otro, el más enrollao. Seriously, que lo maten pero ya. Dejar a Carol porque todo le supera y aceptar acompañar a una original que es más inestable que el cast entero de Glee… demasié pa mi body. Finalmente, Caroline está mosqueada al ver que la engendración de Klaus se está interponiendo de nuevo en su relación.
Comprobamos que Rebe se hizo caso de verdad sobre la elección de Elena sobre el vestido y es el que lleva puesto. Está nerviosa porque es su primer baile de instituto, y claro, las mariposillas en el estómago y tal. Pregunta si saben algo más de su hermano, pero Elena dice que no y que cuando vuelva, empezará a sospechar. Como era de esperar, nada de esto le hace mucha gracia y prefiere limitarse a ir al baile y del marrón que se encargue papaíto. No obstante, le advierte a Elena que se anden con ojo porque Mikaelator se las trae bien traídas. Está con la lagrimilla a punto de caerle, pero no quiere estropearse el maquillaje, no vaya a ser que la digan que Halloween ya fue hace unas semanas. Como gesto de paz, Elena le devuelve el collar que perteneció a su madre y que ella ha llevado, de paso que se deshace de él. Todo feliz está la original, a pesar de que los pelos que lleva son un poco de león de la Metro, y zas! puñalada trapera por la espalda de la doble con la daga. Ella quiere tenerlo todo bien atado y sabe que lo mismo esta se acochina en tablas y salva a Klaus. Buena idea, sólo que veremos con qué pie se levanta la bipolar cuando la quiten la daga, ya que Elena no va a tener suficiente pueblo para correr.
Ocupándose del cadáver, Damon intenta animar a Elena puesto que tiene un reconcome tremendo. Ella está segura de que al preocuparse tanto, acabará cagándola, por eso Stefan tenía razón. Pregunta a Damon si se fía de Mikael, él le dice que naranjas de la china al igual que su hermano mientras esté idiotizado. Tiene algo planeado pero como siempre, a ella no le va a gustar. No obstante, ha llegado un punto en el que por poco ortodoxas que sean a veces las formas de Damon, son las que acaban por sacar las castañas del fuego a todos y al fin y al cabo es lo que importa.
Por un accidente el gimnasio se inunda y adiós fiesta. Caroline está como un crío al descubrir que Papá Noel no existe, pero encuentran una solución: trasladarlo a la casa de Tyler. Matt pasa a buscar a Rebekah, y debido al contratiempo sucedido, Elena es la que va con él.
La banda invitada, My morning jacket, cuyo cantante es la versión yanqui de El Sevilla, de Mojinos Escozíos, está tocando una de sus canciones mientras que Bonnie y Caroline contemplan asombradas todo el tinglao que se ha montado. Stefan ya está allí también, y su corbata es lisa y de color negro. Tanto rollo y resulta que va vestido como en el 2x07 en el Baile de Máscaras. ¿No será que estaba espiando a Damon y Elena para ver qué hacían? Me da que sí. Total, que llega Tyler y le dice que Klaus es quien ha tenido la brillante idea de todo el festorro, puesto que es un velatorio. Por su papi, se entiende. Así que aparece en el escenario agradeciendo la presencia a todo el mundo a la vez que le echa una mirada a Stefan, que no sé si quiere decir que es hora de que vea a Mikael muerto o si van a montarse su propia fiesta en algún reservado de atrás.
Matt y Elena llegan, entendiendo que en el camino él se puso al tanto de las novedades sobre Rebekah, por lo que no puede contar nada a Caroline. Ésta a su vez les avisa de que Klaus está ahí y ellos como el que ve llover, pero consiguen salir del paso para no desvelar nada, ya que cuánta más gente sepa lo que pasa, más posibilidades hay de que se vaya a la mierda todo. Elena se va a buscar a Bonnie y la rubia pregunta a Matt qué está pasando y cómo es que han venido juntos, suponiéndose que él vendría con la bipolar. Y digo yo, si no la traga, mejor que no haya venido, ¿no? Porque no sé ahora qué es más importante, el riesgo que sería que estuviera con Matt o que éste viniera con Elena. Barbie, date cuenta de una vez que estar con Tyler te ha cortocircuitado las neuronas.
Stefan y Klaus hablan sobre los planes de éste último, que son reunir a su familia en los ataúdes y a tirar. Por haber visto a Elena pululando por ahí, Klaus piensa que su hermana no está en el baile, pero Stefan dice que no sabe nada y pensaba que vendría con Matt. Una vez más, comprobamos que Damon lo tiene pensado todo hasta el más ínfimo detalle, de manera que manteniendo al margen a Stefan de lo que van haciendo, impide que mienta a Klaus o que suelte la verdad. Enseguida, saca el tema de Mikael y el híbrido pide que le traigan el cuerpo. A cambio, Stefan quiere ser liberado de la compulsión, y Klaus acepta devolverle la libertad cuando haya visto a su padre y destruido el arma.
Preparándose para su victoria, Damon está en casa empinando el codo con una bolsa. Mikaelator aparece preguntando por su hija, y seguimos con el secreto de estado sobre el plan. Como ofrenda de buena voluntad, el papa enseña la daga hecha con las cenizas del roble. Damon quiere saber por qué se alimenta de vampiros, y él responde que las ansias de sangre nunca fue algo que él pretendía, decidiendo así ir a por la especie depredadora en lugar de la inofensiva. De repente, Stefan entra para comunicarles que Klaus desea ver el cadáver de Mikael en la puerta de los Lockwood, así que espera que su plan no implique que tenga que venir a la casa de ellos puesto que entonces van de culo, cuesta abajo y sin frenos. Sin previo aviso, Mikael se lanza a por Stefan a jalárselo, frente a un Damon algo atónito. Ale, ya tiene otra cosa en común con Katherine, aparte de las incongruencias. Stefan cae inconsciente en el suelo y voilá, la corbata pasa a ser con rallas diagonales.
Klaus y su bitch (aka el narigón, aka Tyler) caminan por la fiesta atestada de gente, y como mamá Lockwood se encuentra en la iglesia a rezar por sus amigos por obligación del híbrido jefe, ha aprovechado la coyuntura para dar un respiro a sus pupilos lobunos. Le va diciendo de dónde ha sacado a algunos, y una de ellas parece Rihanna en el videoclip de “Disturbia”, qué mal rollo. Así que deja bien claro que como se intente hacer algo en contra de su persona, sus esbirros se tomarán la justicia por su mano. Por eso, interroga a su novia para saber lo planes que hay, pero ella no tiene ni guarra, aunque dice que viendo lo pelota que está con el jula, tampoco soltaría nada. Inesperadamente, Tyler le chuta una jeringuilla de verbena, más vale prevenir que lamentar.
Klaus se acerca a Elena y demuestra cierto asombro ante el hecho de que fuese capaz de cargarse a Mikael, pero como ya tiene experiencia con Elijah, ahora fue coser y cantar. Vuelve a intentar socavar la estrategia que tengan en contra suya porque siempre irá un paso adelante, al haber estado 1.000 años siendo un culo de mal asiento. Damon esta a punto de entrar, pero el segurata híbrido no le deja al no estar invitado, y ¿desde cuándo eso ha sido un problema para él? Le arranca el corazón y tan campante.
Tyler cuenta lo que sucede a Matt y le pide que saque a Caroline puesto que como se líe parda, los secuaces klausianos no se andarán con miramientos. Damon tiene un encontronazo con el lobo, y viendo los efectos secundarios que puede traer, decide cargárselo con la daga mágica mata-mutantes. Pero no, no le mata, Bonnie sale de la nada con su particular aneurisma para detener a ambos. Tan impertinente como la recordábamos. Al ver el nuevo invento, pregunta a Damon si es lo que cree que es y por qué la tiene. La respuesta es que es el único que podía entrar en la casa, es decir, Mikael no está invitado pero él tiene acceso libre desde que le dejaron entrar en el 1x04 junto con Caroline.
La Rihanna chunga pone al corriente del visitante que está buscando a Klaus, y éste da instrucciones. Ya está frente a su padre pero sin salir de la casa, con el aliciente de poder dar la orden a sus babies de que se lancen a su yugular. Mikael le recuerda que al ser mitad vampiros, puede obligarles a lo que le dé la real gana. Y así hizo. Le traen a Elena, a quien usa como moneda de intercambio para que se enfrente a él. Klaus dice que lo único que quiere es que deshacerse de él así que no pasa nada si se la carga. No obstante, el papa consigue dar en lo más hondo de la patata de Klaus alegando que estará solo durante la eternidad y las lealtades que ha tenido han sido forzadas: Rebekah y Elijah estaban engañados con lo de la madre, toda la gente que a lo largo de los siglos habrá obligado para que le sirvan, Stefan incluído, y finalmente los híbridos engendrados. Bastante perro el hombre, la verdad, por dirigir su resquemor de cuernos contra Klaus desde el principio, aunque la gota que colmó el vaso fue que mató a su mujer y posiblemente fuese de los que se creían con él derecho de hacerlo sólo él, en plan “la maté porque era mía”. Pues eso, Mikaelator sigue desafiando a Klaus para que salga a pegarse con él, y en vista de que no lo consigue, clava un puñal a Elena por detrás, cosa que no esperaba el jula que hiciera. Ciao ciao el invento. Ahora, por detrás, llega como el rayo Damon para clavarle la superdaga, le tira al suelo, los padawans híbridos se acercan a ver qué pasa con su maestro, pero se topan con una Katherine lanzando granadas de acónito en sus caras. ¡Ahí es na! Este truco sólo le sabían ella y Damon, ni siquiera Mikael, porque se sorprende al verla levantada, y el hecho de que Elena pasase a mejor vida a él le importaba 3 pimientos. Entonces, el momento cumbre en que está a puntito de caramelo de ser asesinado Klaus por Damon, quien falla al clavarle la daga por primera vez y lo hace en el estómago. Lástima saber que Joseph Morgan será regular toda esta temporada, de manera que hoy no morirá, y el encargado en este capi de ello es… Estéfano de todos los Santos, emulando a Superman. Impide que su hermano estaque a Klaus, quien aprovecha para coger la daga y asestarle el golpe de muerte a Mikael, que muere incendiado desde dentro. No es que me encantara este personaje, ni siquiera me caía bien, normal más bien, pero podrían haber sacado más partido tras haber hecho la campaña que hicieron con su personaje.
Damon, más cabreado que una mona, no entiende que Stefan le haya detenido (yo soy él y le vuelvo a dar otra paliza, ya que con la del anterior capítulo parece que no tuvo bastante). Por este acto, Klaus le devuelve su libertad, acompañado de una musiquilla sentimentalísima. Qué potito. Stefan se gira y ni rastro de Damon, ni de Katherine ni del apuntador allí. Sólo tiene al híbrido con la lagrimilla a punto de caerle por el moflete.
Caroline despierta en su cama, y Tyler le explica que la dejó fuera de combate para poder salvarla porque de saber que todos estaban tramando matar a Klaus, ni con agua caliente la saca de allí. Ella sigue sin estar a gusto con el tema de que sea su discípulo, pero el chico admite que no puede hacer nada contra ello, ni se le puede matar, pero está conforme puesto que de esta forma no tiene que transformarse si no quiere, evitándose el dolor que eso conllevaba. Le pide que le apoye, pero ella… no puede. Comeos esa, tyrolines. Ale, ya soy feliz.
En el salón de su casa, Damon frustradísimo porque había pensado en todo lo que podía ir mal, como el que Klaus trajera backups híbridos o que Mikael les hiciera todo el lío en algún momento, de ahí que Katherine viniera para que Elena no corriera peligro, y menos mal, sino acaba tiesa. Elena tampoco encuentra ninguna razón para que entender por qué Stefan la ha cagado de tal manera, si encima era el primero que quería librarse de Klaus para ser libre (la daría unas cuantas indicaciones de las incongruencias del personaje ahora que ha dejado de ser tan renegadita). Lógicamente, Katherine cogió las de Villadiego en cuantito que pudo, sin esperar a acabar siendo picadillo. Damon arroja la botella de whisky a la chimenea y Elena trata de calmarle cogiéndole del brazo, pero éste lo suelta con un ademán muy de mala leche. Y asistimos a “Crónica de una muerte anunciada”, la del Stelena. ¡Por fin! Muy segura de sí misma, le dice a Damon que sobrevivirán a ello, que siempre lo hacen. Y no sólo eso, sino que ante la afirmación de él de que nunca conseguirán traer de vuelta a Stefan, responde que en ese caso, así sea, tampoco es que vayan a ponerle un microchip con GPS para saber dónde está las 24h, ya es mayorcito para saber lo que se hace, y sino, ajo y agua. Todo esto, teniendo su cara bien sujeta con las manos para que no se escape. Ahí es ná. No te preocupes, que si es por él, eso no supondrá ningún problema. Pero para variar, volvemos a tener interrupción, el móvil. Mejor hubiera sido que lo tirara en lugar de la botella. Es Katherine, que le está cogiendo demasiado gustillo a esto de meter su zarpa de perra en el tema delena. Llama para despedirse, hasta educadita nos salió al final. Reconoce que el plan de Damon era realmente bueno y no sabe qué pudo fallar.
Y tenemos la respuesta en 3, 2, 1… Stefan está en el coche con Katherine. O sea, ella sabe por qué lo hizo pero él no quiere que su hermano se entere. Entonces por medio de flashbacks se desvela que ella fue la que buscó a Stefan en su casa para que impidiera el asesinato de Klaus. ¿What the hell…? No es que se haya vuelto loca, eso ya lo está, sino que en la conversación que tuvo con Klaus mientras él pensaba que era Elena, hay un trozo que no vimos. Y es que éste también sabe trazar buenos planes, de manera que si le pasaba algo, se aseguraba de que Damon le hiciera compañía al tener obligados a los padawans para que fueran a darle un bocao. Por eso, Katherine fue corriendo a decirle a Stefan que se dejara de subnormalidades y sacase lo que fuera para poder salvar a Damon. Vaya, otro pisto que se está tirando la Petrova, porque lo más fácil para ella de acuerdo con su filosofía de “Better you die than I” hubiera sido sacrificar a Damon por librarse de Klaus y de paso Stefan conseguía quitarse la obligación y volver a tener sentimientos, mataría dos pájaros de un tiro. Sin embargo, antepuso la vida de Damon a todo eso, dando así más muestras de su humanidad. Y precisamente por eso mismo, por esa humanidad que Stefan no ha recuperado del todo aún (Klaus sólo le dijo que era libre, no que encendiera el interruptor), es por lo que ella orquestó este pequeño bache en el plan, porque el que le pone los ojos vuelcos es el Stefan osito (veríamos después de 3 o 4 abrazos adónde lo manda, esta no le toca ni con un palo, fijo). Retornamos los discos rallados que a Stefan tanto le gustan. Toca “no te preocupas por nadie que no seas tú misma y nunca lo has hecho”, y Katherine se toma la molestia de decirle que ambos saben que es así, que le quería, pero a Damon también. De nuevo, se volvió a escuchar por mi parte: ¡Y un cueeeeeeeeeeeerrrrnoooooooooooooooooo!”. Ya está. No me creo una mierda que desde la finale la dé por lavar su imagen de esa forma, porque a este paso el resto de la season que queda será para concluir que en realidad se ha dado cuenta de que el nuevo Damon le mola más que Stefan (no la culparía, pero no se lo tolero). Hemos visto cómo le usaba en los FB de la 1, que le querría, estaba con él pero al Baile de los Fundadores fue con Stefan, y ahí aún él no la había dicho nada. Tras la declaración, da boleto a Damon sin importarle nada más por ver el cielo abierto con Stefan. Y en tiempos actuales, espera que me quedo sola. En el 2x01, tras redecorar el salón de la casa Salvatore en modo Tornado, finiquitó las esperanzas de Damon alegando que NUNCA le quiso, que SIEMPRE fue Stefan. Ni siquiera un “me caías bien y tal pero va a ser que no”. En el 2x04 contando su plan para cuando se hizo la redada de 1864, hablaba de Damon como si hubiera fastidiado toda la estrategia por querer ir a salvarla (vendría bien que supiera que Giusseppe la trincó por la bocaza de su querido osito Mimosín, a ver qué cara pone). En el 2x07 quejándose del engorro que le había supuesto que Damon quisiera sacarla de la tumba y descubrir que no estaba, pero por el contrario, ir espiando a Stefan como una trastornada mental a través de los años era totalmente normal para poder seguir ocultándose. Rematando todo esto en el 2x16, donde confiesa que para poder salir de la tumba, hizo un trato con John en el que Damon cascaba al matar a Elijah con la daga. Ahora, no quiso arriesgarse a que si se largaba sin colaborar para salvar a Elena, John pudiera ejecutar su amenaza, que no era otra que matar a Stefan. ¿Y se supone que tengo que creerla ahora? Una leche pa ella. Lo más que puedo discernir de todo esto es que habiendo visto el cambio que ha dado Damon, le caiga bien y siendo consciente de lo mal que se portó con él, lo esté compensando, punto. Así que en lo que a mí respecta, puede meterse a Stefan por donde la quepa, pero a Damon que me lo deje tranquilo.
Tras este desahogo, Katherine continúa diciendo que la humanidad es la debilidad más grande que tienen, que es fácil apagarla pero siempre vuelve a salir a flote, y en su caso a veces lo permite. Stefan no está por la labor de momento por la cantidad de cosas que ha hecho (en cierta medida le está asomando porque sino le daría igual aunque hubiera provocado la III Guerra Mundial). El siguiente paso emocional es enfadarse.
Klaus llama a Rebekah para darla la noticia de su padre pero está la chica un poco fuera de corbertura. En el sótano de los Salvatore, tirada en el suelo, con el móvil al lado. Curioso cuando antes Damon cubre su cuerpo con una sábana grande. Total, que le suena el pitido de que tiene otra llamada… Stefan. Le pregunta si le echa de menos, vamos, este se cree ya que todo el campo es orégano. Stefan le agradece su libertad, pero el precio que ha pagado ha sido muy alto. Klaus comprende que esté resentido aunque con las décadas se le pasará. Lo que no caducará, según Stefan, es la venganza, y justo en ese momento, se descubre que los ataúdes con el resto de originales no están en el camión. Bajado de su nube, Klaus amenaza a Stefan con matar a todo el que haya conocido hasta que le devuelva la mercancía, lo malo es que entonces Stefan no le da ni los buenos días. Giro inesperado, by Katherine Pierce, porque a Stefan no le sale esa idea ni en 10 años. Le dirá todo lo que tiene que hacer mientras éste vuelve a ser un calzonazos, sólo que a diferencia de Elena, ella sabe tramar mejores planes. Parece que el resto de la temporada, el jula va a tener una agenda repleta, y preveo que en la finale, en el enfrentamiento grande, la perra muere por salvar a osito y Klaus será asesinado por su pupilo/amigo/amor platónico, Stefan Salvatore. Me gustaría que lo hiciera Damon, pero bueno, la Plec se encargará de abrillantar el aura de su personaje.
Con esto y dos meses por delante, nos tenemos que aguantar.
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